Capítulo 8. Celo

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Advertencia, contenido para adultos, por favor leer bajo tu propio riesgo, dejo en claro que no soy buena escribiendo esto, y que hice mi mayor esfuerzo

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Cuando es un juego amistoso al terminar una partida solo dejan las cartas en la mesa y platican un rato, este caso es igual, aquel juego de ganar o vivir se convirtió en un juego amistoso donde nadie perdió o gano

Ver a Izuku sumiso era una de las cosas que Shigaraki jamás olvidaría era algo que él y su alfa veían como un completo trofeo, y no solo por eso si no por el hecho que de estar en su nido significaba que su omega y él lo habían aceptado, sentir el cómodo nido de su omega lo hizo ronronear y soltar sus feromonas para perfumar el nido y dar por entendida que ese nido ya era de dos y posiblemente en un futuro para sus lindos cachorros que su omega traería al mundo.

Izuku se colocó en el regazo de su alfa, ronroneando y restregando su mejilla por la cara de Shigaraki y dejando besos en sus labios, mientras que sus mejillas se sonrojaban más por el calor de su celo, Shigaraki acariciaba a su vez las caderas, cintura y muslos de su omega, sacando sutiles gemidos del peliverde, que para el joven alfa fue la mejor melodía que pudo escuchar

- mmm... Mocoso... - Shigaraki gruño al sentir como Izuku se comenzó a restregar deliciosamente con su hombría, sacándole un gemido de satisfacción a Izuku al ver que lo hacía bien – espera... mocoso... - Shigaraki al ver a su omega que no le hacía caso, se sentó y lo alejo, sacando un pequeño puchero por la acción – tengo miedo de que no aguantes mi celo... no sopor... - Izuku lo interrumpió besándolo

- Confió en que no me harás daño... Tomu... hazme el amor... tengamos a los más lindos cachorros – Izuku se abrazó por el cuello de su alfa dándole pequeños besos en los labios a Shigaraki con cada palabra que decía, ante las caricias de su omega su juicio si iba nublando cada vez más y el olor de Izuku no ayudaba, ya que el olor a chocolate era tan dulce que lo volvía loco

- Seré cuidadoso mi omega – Shigaraki en un movimiento delicado recostó a Izuku debajo de su nido, posicionándose en medio de sus piernas que su omega con gusto abrió para él, Shigaraki acaricio sus muslos con cuidado recorriendo su piel sin ninguna prisa, quería recordar cada detalle de su lechosa y delicada piel

Subió lentamente las manos a la prenda natural que escondía la entrada a su paraíso aquel que con tanto anhelo quiso entrar desde la primera vez que lo vio, pero esta vez era diferente sus sentimientos cambiaron, ahora solo quería tomarlo como la muestra de su amor por el

Izuku tembló y gimió cuando las manos de Shigaraki acariciaron por debajo de la prenda negra que cubría su intimidad, a pesar de estar con su celo estaba nervioso, sería su primer vez después de todo, la prenda fue desvaneciéndose, dando la mejor vista que jamás había tenido en otros omegas, Izuku simplemente era hermoso.

Shigaraki se separó y contemplo a Izuku que tenía la cara sonrojada, su respiración agitada y un cuerpo sumamente erótico, ver a Izuku como vino al mundo fue una de las cosas que más amaría hasta el fin de los tiempos

- ¿Alfa? – Izuku al ver que su alfa no se movió, pensó que tal vez le había desagradado su apariencia, pero cuando iba a preguntar de nuevo, Shigaraki sonrió y se abalanzo a sus labios, en un beso lento que cada vez subía más de intensidad

- Mi omega... Mi lindo y hermoso omega, no sabes cuánto espere por ti – su piel se erizo cuando el aliento cálido de Shigaraki golpeo su cuello y su nariz se restregó por su cuello inhalando su aroma, la entrada de Izuku comenzó a gotear cuando las carisias ya eran más lujuriosas y Shigaraki mordía y dejaba chupetones por todo sus hombros, cuello y pecho

SUMISIÓN "Shigadeku"Where stories live. Discover now