6⚜La oscuridad se extendía

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𝙷𝚊𝚢 𝚞𝚗 𝚟𝚊𝚌𝚒𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚙𝚛𝚒𝚎𝚝𝚊 𝚜𝚞𝚜 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚊ñ𝚊𝚜

Hyunjin mira los dos huevos hirviendo en el aceite de oliva, debería estar moviéndolos con la pala de madera si es que quiere que sean revueltos como se levantó deseándolos, pero esta tan inmerso en sus ideas que posiblemente terminen siendo estrellados.

Le duele la cabeza.

Ha sido una dura jornada de exámenes, los maestros no tuvieron ni un gramo de compasión ni empatía por los estudiantes y les ahogaron en proyectos y exámenes hasta la coronilla.

Fueron dos semanas tan agotadoras, que le sorprendió que hoy sábado se pudo levantar temprano y sin la ayuda de la alarma de su celular.

Un ladrido lo regresa a tiempo para notar que una de las yemas de los huevos se ha reventado. Toma rápidamente la pala e intenta batirlo, pero ha estado tanto tiempo que la clara no se quiere despegar.

Hyunjin intenta por los siguientes veinte segundos voltear los huevos, fallando no solo en el intento si no comprobando que se han quemado de abajo.

Suspira derrotado y decide apagar la estufa moviendo el sartén a una de las hornillas de atrás, mentalizando a su estómago para otro habitual cereal integral con leche.

Inclina la mirada hacia abajo encontrándose a su precioso Kkami. El cachorro está ahí, recargado en sus cuartos traseros mirándolo como si él fuese el mejor paisaje por admirar en el mundo, y Hyunjin solo puede agacharse sobre sus tobillos para acariciarle la cabeza al can regresándole un poco de la atención brindada en ese gesto.

Kkami eleva la nariz y lo mira con sus ojos oscuros acusadoramente.

-Lo sé, volví a quemarlos, pero esto no es fácil sabes-

El perrito ladea la cabeza elevando las orejas, casi que podía imaginárselo alzando una ceja y diciéndole que eso era un pretexto muy tonto. Eres un poco torpe humano

-Oye, estudio y trabajo para que tú comas, quita esa cara. Tengo derecho a hacer un desastre en mi cocina cada que así lo quiera-

Kkami no modifica su pose, y en cambio sus dos cuencas oscuras lo miran con mayor determinación.

Hyunjin solloza derrotado llevando sus dedos al puente de su nariz, y niega con la cabeza varias veces. Tenía que estar demasiado desquiciado para estar discutiendo con su hijo.

Bueno. Hay un demonio durmiendo en su cama, y todas sus neuronas están funcionando mal debido a la época de exámenes y las horas robadas de sueño. Tal vez estar hablando con el can era el mejor resultado de toda esta locura... Podría estar hablando con una cuchara o con los huevos que terminaban de quemarse en el aceite caliente.

Esa imagen si sería digna de visitar un especialista.

Kkami gruñó bajito y corrió hacia la sala alejándose de él como si la vida se le fuese en ello, alzó la mirada descubriendo que la razón del actuar tan errático del cachorro se encontraba entrando a la cocina.

Hyunjin sospechaba que era posible que Kkami si pudiese ver a Felix desde antes de que este se presentara ante él. Ya antes lo había pensado, pero ahora lo podía casi asegurar pues las interacciones entre ambos siempre son así, en cuando el pecoso aparece el cachorro huye.

Se reincorpora de su posición, pero permanece en el mismo lugar. Felix se acerca a él, con los cabellos totalmente alborotados y los ojos entrecerrados.

-Buenos días Jinnie- susurra con esa voz ronca y aun más grave de lo habitual.

Felix camina hasta detenerse frente a él, se pone en puntillas y le besa la frente. El rubio se tensa, no importa cuantas veces lo haya hecho antes, esas simples acciones lo siguen poniendo nervioso y en alerta. Y el contacto caliente de los labios ajenos erizan su piel.

Sleeping with Lucifer's son ⚜ 《ʟɪxᴊɪɴ - ʟɪxʜʏᴜɴ》《ʜʏᴜɴʟɪx 》Where stories live. Discover now