Capítulo 11.

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Aunque era más seguro para Beomgyu en la habitación de Yeonjun, cuando regresó allí, el otro hombre estaba en otro de sus estados de ánimo. No habló con Beomgyu durante unos días, y todo lo relacionado con sus gestos gritaba que quería que lo dejaran solo, por lo que Beomgyu no trató de hablarle mucho.

Ni siquiera para romper el hielo.

Dormía en el sofá, que estaba bien, pero se sentía vacío y más frío de lo habitual. El cuerpo de Yeonjun era fresco, y algunas veces incluso frío cuando bajaba la temperatura en la noche, pero seguía siendo alguien a quien Beomgyu se había acostumbrado a abrazar durante las noches en que habían estado juntos.

Lo que hizo esto más desconcertante.

Beomgyu no pudo soportarlo. Fueron hacia y desde los comedores antes de regresar aquí, y si en algún momento Yeonjun no regresaba a sus habitaciones con Beomgyu, Beomgyu se quedaba solo y leía los libros que tenía disponibles en el estante personal de Yeonjun.

A diferencia de los libros de la biblioteca, los suyos eran de ficción: ciencia ficción, horror, misterio e incluso uno o dos libros de fantasía incluidos en la mezcla.

Incluso cuando Yeonjun estaba molesto y se negaba a hablar con él, Beomgyu seguía descubriendo que había cosas que aprender sobre el otro hombre.

Si solo Yeonjun dejara de actuar como una perra y le dijera a Beomgyu lo que había hecho.

Y a dónde iba.

Otro baile se acercaba y no había más amenazas del rey o la reina ni de ninguna otra fuente.

Era un poco aburrido ahora, y después de la promesa de alguien que quería morderle la cabeza a Beomgyu, no diría que estaba decepcionado, pero al menos habría sido interesante si algo hubiera pasado.   

Beomgyu hojeó las páginas del segundo libro de una serie, apenas leyendo las palabras mientras trataba de averiguar qué estaba pasando con Yeonjun.

Soobin todavía hablaba con Beomgyu siempre que podían.

Beomgyu tenía que seguir convenciéndolo de que estaba en buenas manos, que nada de lo que no quería que pasara estaba sucediendo y que lo estaban cuidando.

Cuando no estaba ocupado reconfortando la imaginación de Soobin, a Beomgyu le gustaba estar cerca del chico.

Al menos no estaba evitando a Beomgyu como lo estaba Yeonjun, y a nadie le importaba si dos humanos fraternizaban juntos.

Beomgyu estaba preocupado por eso, sobre lo que la gente pensaría de Yeonjun si supieran que su consorte hablaba con alguien en privado con tanta frecuencia, pero el rey nunca mencionó nada al respecto, Lia no parecía pensar que fuera un problema, y no hubo susurros por lo que Beomgyu supiera sobre la falta de juicio de Yeonjun para elegir a un humano tan desleal como su compañero.

Eso era bueno. Beomgyu no creía que pudiera hablar con Soobin si sabía que eso dañaría la reputación de Yeonjun, pero le gustaba hablar con él.

Soobin no había tocado su cara ni había agarrado las manos de Beomgyu desde entonces, así que fue casi como salir con un amigo otra vez.

Beomgyu iba a ir a ver a Soobin esta noche después de la cena. Él y Soobin solían hablar mientras Soobin limpiaba y lavaba los platos.

Beomgyu ayudó, tanto como pudo, ya que todos en la cocina parecían aterrorizados tanto como para dejarle recoger un trapo, pero todavía era una compañía.

Beomgyu dejó caer el libro sobre su pecho, mirando al techo. ¿Qué estaba haciendo Yeonjun todo este tiempo lejos de Beomgyu?

Algo estaba pasando, pero él no podía ubicarlo.

연규: Chupas Magnificamente. ❝cyj ~ cbg❞Where stories live. Discover now