I'll be taking flowers to the cemetery of my heart

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Si tuviera que definir a mamá con una sola palabra, dudaría mucho de mi capacidad selectiva, o simplemente sería injusto definir todas las versiones de mamá en una palabra. Así que mejor catalogaré cada escena que pude recordar en los últimos dos meses en sentimientos y esto tampoco fue fácil porque debemos saber definir "sentimientos" cuando hablamos de Adele Adkins: una supuesta dinamita en un frágil pétalo.

Parte 1

Kalopsia

...

Adele camina hacia la radio. Había anunciado horas atrás vía Twitter que este sería, en definitiva, su último álbum. Un récord para ella misma: diez años en sacarlo. Diez años sin saber qué hacer o cómo proceder. Diez años en un incesante vacío emocional que no le traía sino una carga mental por no saber cómo volver a componer una miserable canción. Diez años le tomó para sacar un nuevo disco, y la sensación de deuda queda saldada para con las personas que han seguido su exiguo caminar. Ahora que lo hizo, no tiene que por qué volver a esa cruz. Fueron diez años que estuvo encerrada con el mismo pensamiento, no quiere saber cómo será la próxima. Así que volvió a tener las riendas de su vida y decide decirle adiós sin antes de su respectivo agradecimiento.

Alguna gente la odió.

Otras personas usaron emoticones de llanto.

Otras promocionaban pornografia en los comentarios.

La gente ya no era tan receptiva de todas formas. Una nueva generación invadió los hogares y ella no se pudo acoplar a tener que acoplarse. Adele nunca se acopla. Ese no era su estilo, por eso decidió retirarse. La música siempre formará parte de su vida, es parte de lo que es su alma; puede que se retire del ojo público, puede que nadie ya espere un nuevo lanzamiento, puede que extrañe lo que es convivir con los fans, escucharlos cara a cara verlos, llorar con ellos, puede que deje a lado esa vida y siga la suya propia. Pero en el fondo saben que ella es una compositora nata. Nunca dejará de hacer lo que le apasiona, así sea para la familia y ellos graben y estos videos salgan a la luz, ya no le interesa. Nada será como antes, lo supo desde el momento que dio en el botón azul y enseguida su pensamiento fue transmitido por miles de personas, en pocas horas llegará al millón, mañana saldrá en las noticias e inventarán como siempre miles de historias. Cerró sus cuentas luego de aquel tweet. Recibió llamadas de su agencia diciéndole que ya estaba todo establecido y que siempre guardarán un espacio para ella en sus corazones, y dado el caso, en la disquera.

Adele solo suspiró, no es de las que cambia de decisiones cada vez en cuando.

Pero claro está que un simple tweet no será suficiente ni justo, oh Dios, nunca sería justo, para esas personas que pasaron años detrás de su sombra. Ella nunca lo pidió, mas trataba de mostrar su gratitud en cada entrevista, cada chance que tenía; esas personas pusieron su nombre en alto y la ayudaron en lo que se les permitía ayudarla. Así que la última entrevista será para ellos. Responderá a todas esas preguntas llenas de decepción, de dolor, de tristeza y hasta de rencor. Ella lo entiende, pero no lo acepta. Su espacio mental estaba primero. Los cincuenta están a la vuelta de la esquina y está cansada de repetir el mismo proceso incesantes veces.

No le debe nada nadie.

La noticia de su retiro hace que su último álbum sea una explosión en la industria. Estaba acostumbrada y no es que sea lujuriosa respecto al tema, pero su música lograba impactar de una forma sobrenatural. Este no fue la excepción. No giras, no entrevistas, no conciertos, solo un disco que todo el mundo lo puede descargar desde las plataformas oficiales y piratas. Es lo menos que puede dar como agradecimiento.

—¡Oh, Adele! —dijo el hombre un tanto sudoroso por los nervios—. Ya está todo preparado... Sabes que puedes eh... No sé, tal vez echarte para atrás. No, no es la palabra. Lo siento, puedes...

all the good songs were about youWhere stories live. Discover now