Todavía te recuerdo [Camren]

-Capítulo 1-

Lauren estaba de vuelta en Los Ángeles por trabajo, tenía que presentar una de las categorías premiadas en los VMA's. Aquel tipo de eventos no eran sus favoritos, pero la mejor parte era encontrase con caras amigas que llevaba tiempo sin ver. Aquella tarde acababa de terminar su ensayo que había consistido en aprender por que puerta debía entrar y salir del escenario y a que cámaras debía mirar. Cuando finalizó el proceso, el coordinador de escenario le explicó que debía volver dentro de tres horas para el ensayo final. 

Suspiró y se pasó una mano por el pelo saliendo de aquel escenario, normalmente no era necesaria tanta preparación para los presentadores de las categorías, pero el premio que presentaba iba precedido por la actuación de Taylor Swift y había que desmontar una enorme estructura por lo que los juegos de cámara y las entradas y salidas de escenario eran algo mas complicados de lo normal, de ahí la necesario de un ensayo final.

Lauren se dirigió a su pequeño camerino, como no era uno de los artistas que iba a actuar, ella simplemente contaba con una pequeñísima habitación con el espacio necesario para cambiarse de ropa y dejar su mochila. No había mucho espacio y sabiendo que su papel en la gala era mínimo había decidido ir sola aquel día, su publicista y amiga Sara tenía una cita en el médico que coincidía con el ensayo y Lauren había insistido en que se las podía arreglar por su cuenta. 

Tenía amigos en Los Ángeles y podía haber invitado a alguno a ir con ella, pero aquella mañana no sintió la necesidad de ir acompañada, pero ahora, que tenía tres horas en sus manos y nada que hacer se estaba arrepintiendo un poco ya que no tenía a nadie con quien pasar el rato para entretenerse. Se sentó en la única silla que había en el camerino y pasó un rato en su teléfono, pero tras 20 minutos el aburrimiento se había apoderado de ella. Decidió coger el libro que por suerte había metido en tu mochila en el último momento y salió del camerino a explorar el recinto en el que se encontraba, con la intención de encontrar algún lugar donde sentarse a leer su libro que no fuese aquella habitación minúscula y sin ventanas.

Tras diez minutos de pasillos, escaleras, y más pasillos, Lauren estaba bastante perdida pero no le importó, no tenía nada mejor que hacer que recorrer aquel gigantesco estadio en el que se celebraban los VMA's este año. Aquello le recordó a sus tiempos en Fifth Harmony, desde que había salido su primer álbum Prelude había dado algunos conciertos, pero hacia varios años que no asistía a unos premios de esta envergadura, sin embargo, cuando Fifth Harmony estaba en lo más alto, los eventos de este tipo estaban a la orden del día, no se dejaba mucho tiempo para pensar en el grupo, pero el tiempo que pasó con las chicas siempre estaba en la parte trasera de su mente. Era mucho más feliz ahora, era una artista, escribía, cantaba, antes era una marioneta en un mundo al que no pertenecía, pero pese a que había superado aquellos años, aún había algo que la hacía volver a aquella época. 

Mientras continuaba su camino por aquellos pasillos sonrió pensando en Dinah, le había prometido que tomaría un café con ella después de los VMA's. Normani no estaba en LA, y hacía un tiempo que no hablaba con Ally.

Tras unos minutos más de escaleras y más escaleras, abrió una pesada puerta de metal y los rayos del sol inmediatamente iluminaron su rostro y le hicieron cerrar los ojos tratando de adaptarse a la brillante luz. Bingo pensó cuando miró a su alrededor y pudo ver el desierto tejado de aquel edificio. El lugar estaba lleno de maquinas de aire acondicionado, tubos de ventilación y chimeneas, había un pequeño zumbido que procedía de alguno de aquellos aparatos pero no era muy molesto así que la sonrisa de Lauren se hizo aún más evidente en su rostro mientras se acercaba al borde del edificio a admirar las vistas, no eran espectaculares, otra calle más de Los Ángeles, pero en el horizonte se podían ver las colinas que rodeaban la ciudad y Lauren apoyó su libro en el pequeño muro que rodeaba aquella terraza que quedaba un poco más alto que su cintura y se inclinó apoyando sus codos en el cemento para observar las vistas.

Pasados unos minutos escuchó como la puerta de metal por la que había entrado se abría, maldijo entre dientes pensando que era algún trabajador de seguridad que venía a decirle que no podía estar ahí, ni siquiera había abierto aun su libro ya la iban a echar. Se giró suspirando para dirigirse al intruso que venía a reventar la burbuja de paz en la que se encontraba y se quedó paralizada cuando vio a la persona que acababa de entrar en aquel tejado.

"Camila" Dijo en un susurro.