35

496K 32.4K 208K
                                    

El cepillo pasaba con suavidad por su cabello levemente largo, acomodandolo con cuidado mientras que él tan solo podía observarse fijamente en el espejo. Mirando los mechones rubios caer sobre su frente con rapidez.  

Seokjin sonreía ante la escena, conforme con el resultado. Había estado vistiendo a Taehyung desde hace tiempo, permaneciendo con él buscando ropa y accesorios para dejarlo totalmente perfecto ante su punto de vista.

Taehyung se estaba arrepintiendo en demasía el haberle contado a Seokjin sobre la "cita" que tendría con Jungkook. No había ganado nada con ello más que largas horas sentado sobre una silla, mientras varias prendas de ropa eran arrojadas al piso luego de que él se las haya probado. Nada parecía satisfacer a Seokjin.

La casa rodante se mantenía en movimiento, ya que un empleado del circo había sido llamado por Taehyung para realizar aquella tarea mientras el dueño de la casa estaba ocupado arreglandolo a su gusto.

Apenas había conseguido la información de su familia, el circo inmediatamente había recibido la orden de seguir con su camino. Ni siquiera le importó que algunas personas se encontraran sumamente cansadas por los espectáculos que habían presentado, mucho menos le interesó dejar de lado el circo de Yoongi.

Sus trabajadores tardaron más de cuatro horas en organizar todas sus cosas, guardando sus armas con cuidado y acomodando los vestuarios en diversas casas, mientras que algunos que vivían solos decidían juntarse con alguien en alguna casa para turnarse cuando tuvieran que conducir durante la noche.

Estuvo esperando cuatro horas, y otras tres para estar totalmente arreglado por Seokjin. Aquel peliazul lo tenía básicamente aprisionado en aquella habitación, probandole trajes, faldas, e incluso vestidos. Y a pesar de que Taehyung se negaba a aquellas prendas, al mayor no le había importado.

Actualmente, portaba un traje color vino, con unos zapatos negros. Su cabello había sido levemente cortado y arreglado al gusto de Seokjin, quien en más de una ocasión había ajustado con inquietud la corbata negra de Taehyung al ver como el mismo trataba de quitársela.

Carraspeando con incomodidad al estar sentado en aquella silla, el rubio miró a través del espejo a quien podría llegar a considerar su amigo, expectante.

Seokjin jugaba con los pendientes plateados que le estaba colocando, sonriendo con calma al ponerlos en ambas orejas y acomodando por milésima vez el traje del menor al verlo arrugado. Era demasiado perfeccionista.

Lleno de incertidumbre, de un momento a otro la mirada de Taehyung se perdió en el espejo. En sus marcas, en su ropa, e incluso en sus cansados ojos. Todo de él lucía vacío, muerto.

No se reconocía a si mismo.

—¿Qué te tiene tan perturbado, Taehyungie? —escuchó a sus espaldas, sacándolo de su mundo—. ¿Peleaste con Jungkook?

—No, Jin. Estoy bien... —aseguró, permaneciendo serio—. Solo estoy algo preocupado.

—¿Por ellas? —Seokjin dejó de lado lo que estaba haciendo, observando el rostro del menor por el espejo—. ¿Qué fue exactamente lo que te dijo Yoongi?

—Que están en Daejeon, a 215 kilómetros de distancia —soltó con cierto fastidio, acomodandose en su lugar—. ¿Por qué mierda tuvimos que quedarnos en Busán? No llegaremos nunca a este paso. No tengo tiempo para citas, ni siquiera tengo tiempo para estar hablando contigo ahora mismo.

—No seas tan amargado, Tae —el peliazul lo miró con reproche, antes de tomar asiento a su lado—. Seguiremos en movimiento, tú no te preocupes por eso.

—¿Y qué se supone que haré con Jungkook ahora? ¿Comer "románticamente" mientras la puta casa rodante se mueve para arriba y abajo gracias a los baches? En verdad no estoy de humor para esto.

Clown | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora