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Hoy era un buen día para Sunny. Normalmente cuando se encontraba solo en casa, se quedaba encerrado jugando videojuegos o también aprovechaba y sacaba las revistas prohibidas debajo de su colchón que no dejaba que Mari las viera porque luego se sentiría como el ser más sucio del universo si la Beta llegaba a descubrir lo que Sunny veía; pero claro, Sunny era débil ante sus necesidades carnales y caía demasiado fácil en la tentación, por lo que la culpa le duraba muy poco.

Su hermana mayor había salido a una cita con su novio, Hero; el hermano de su mejor amigo. Lo que significaba que había dejado la casa sólo para Sunny. El Alfa adoraba a su hermana, pero a veces sentía que necesitaba privacidad y se sintió aliviado de tener la casa para él solo. Ni siquiera Mewo, que se volvió a ir hace dos días, estaba para molestarlo; adoraba a su bebé, pero era incómodo tener a la felina en su habitación mientras atendía sus necesidades más primitivas.

—¿Dónde están? —murmuró con irritación mientras intentaba encontrar las revistas debajo de su colchón, pero sólo sentía la dureza de la madera. No obstante, finalmente pudo sentir la textura del papel de las revistas.

Al sentir que ya tenía la revista en mano, Sunny la sacó debajo del colchón con algo de desespero. No lo fueran a juzgar, hace semanas que no prestaba atención a ciertas necesidades por lo que estaba un poco ansioso de volver a su vieja rutina de siempre.

No obstante, su pequeña sonrisa lasciva se esfumó cuando escuchó que alguien tocó la puerta de la entrada principal de la casa. Sunny estaba a una nada de no contestar, pero los golpes se hacían más insistentes; ahora parecía que eran dos personas que estaban golpeando la puerta.

El Alfa soltó un suspiro de irritación dejando las revistas donde estaban, prefiriendo mejor ceder ante las insistentes llamadas de la puerta. Ya tenía una idea de quiénes eran las personas que estaban llamando a la puerta y sabía que se pondrían peor si no les daba paso a su casa a esas dos bolas de energía.

Con el humor más horrible del mundo, bajó las escaleras a zancadas para abrir la puerta. Al ya saber quienes eran, le importaba poco que lo vieran con sus simples bóxers de color celeste y su enorme playera holgada de color negra con el logo de su manga favorito. Y sí, también le valía poco que supieran que no se había bañado como casi en tres días. ¿Quién se bañaba diariamente en vacaciones? Eso sólo lo hacía la gente mayor o personas muy responsables.

Abrió la puerta sin molestarse en poner una expresión más animada para no ser grosero con los invitados. Efectivamente como sospechó, las personas que estuvieron detrás de la puerta todo ese tiempo fueron Cris y Kel, sus dos mejores amigos desde la infancia. Ambos Omega lo veían con una gran sonrisa mientras tenían varias cosas en mano; Kel tenía refrescos y botana, mientras que Cris tenía dos enormes cajas de pizza.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó sin energías al contraste de los otros dos chicos.

—Creímos que era buena idea hacer una piyamada como los viejos tiempos — contestó Cris. La Omega menor dio un pequeño salto de la emoción lo que causó que los dips y condimentos que estaban sobre la caja de pizza se cayeran al suelo—. Lo siento...

Sunny recogió los condimentos del suelo sin inmutarse. Cris siempre fue una niña algo torpe y distraída. Entre los tres, se suponía que ella era la del medio, pero a veces podía confundirse con la menor debido a su actitud olvidadiza e infantil. Además de que ahora era ella la de menor estatura, eso causaba muchas confusiones también.

—Sabemos que no te gusta salir mucho, así que decidimos traerte la diversión a tu casa para que no tengas que hacerlo —confesó Kel. El Omega le brindó una radiante sonrisa que casi lo cegaba.

—¿Podemos pasar? —preguntó Cris sin timidez.

Sunny en definitiva no se sintió conmovido en que sus dos mejores amigos, las dos personas más extrovertidas que conocía, habían pensado en él, la persona más amargada e introvertida que podría existir en el mundo. No, era obvio que no se sentía querido y especial. Sólo era un simple detalle que los dos hicieron nada más porque sí; sí, era eso nada más.

☀️𝑰𝒕 𝒂𝒍𝒍 𝒔𝒕𝒂𝒓𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝑴𝒆𝒘𝒐🌻 || 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 Where stories live. Discover now