𝟎𝟎𝟏

5.4K 338 111
                                    

5000 años antes de Cristo
En algún lugar del universo

Todo está oscuro y no consigo saber dónde estoy hasta que oigo la voz de mi líder hablar

-Llegó la hora

Entonces despierto, recuerdo todo lo necesario y lo más importante, recuerdo mi misión, proteger la existencia de los humanos de las horribles bestias que son los desviantes.

Todos nosotros nos colocamos en nuestros respectivos lugares para qué nos empiezan a envolver líneas doradas y nuestros trajes se adapten a nuestro cuerpo, el mío es negro y púrpura, y tiene una fina tela que envuelve la parte inferior de mi cuerpo, como si fuera una falda. Más tarde cada uno va por su lado, ya sea observando todo o aprovechando para presentarse con los demás.

Hago contacto visual con una mujer de cabello blanco y largo, ella me mira y sonríe, por primera vez desde que desperté cambio mi cara y le devuelvo la sonrisa, siento que voy a tener un vínculo con ella y quizás también con el hombre de rasgos faciales asiáticos, aparto la mirada.

Me dirijo al gran ventanal que hay en la parte delantera de la nave, después de que un chico y una chica se separen un poco para ir a hablar a otro sitio. Sé quienes son porque aunque no hablo con ninguno de mis compañeros, escucho cuando se presentan y dicen sus nombres. Cuando me acerco puedo ver el planeta al que voy a dedicar mi vida para proteger, la Tierra.

Mientras la observo y admiro su absoluta belleza, con sus extensos mares y el volumen de tierra proporcional que tiene, noto una presencia acercarse hacia mí y pararse a mi lado. Es la misma presencia que sentía cuando me acerque al ventanal para observar, la única diferencia era que antes me observaba en algún sitio y ahora estaba parado a mi lado. No giro mi cabeza para mirarlo debido a que sigo contemplando el hermoso planeta, entonces de pronto habla

- Crees que la gente de allí sea amable?

Yo, aún con los ojos puestos en el ventanal, le respondo a su pregunta

- Eso espero, aunque lo importante es protegerlos de los desviantes.

Aunque no lo estoy mirando directamente, sé que sonríe con mi respuesta y, acto seguido, estira su mano para presentarse.

- Mi nombre es Druig y a ti cómo puedo llamarte preciosa?

Al oír ese cumplido llama mi atención y aparto la vista del ventanal para mirarlo por primera vez desde que empezó la conversación. Tiene el cabello negro y unos ojos azules tan profundos como el mismo mar, estiro la mano para estrechar la suya y me presento

- Yo me llamo Zenda, nada de preciosa, gracias

Él al ver que le devuelvo el apretón de manos, agarra mi mano y planta un beso en la parte exterior de la misma, cosa que me provoca una extraña sensación la cual no sé describir. Le dedico una pequeña sonrisa y él sigue hablando aunque ya hemos separado nuestras manos

- Si no te convence preciosa, entonces buscaré otro adjetivo para acompañar tu nombre

A lo que yo no le respondo y vuelvo mi vista hacia el ventanal, y aunque no doy señales de querer seguir la conversación, él sigue hablando

- Y cuáles son tus habilidades?

Contesto con bastante simpleza a su pregunta.

- Mis habilidades consisten en la manipulación de átomos, por lo que en esa categoría entraría el mover las cosas de sitio y destruir cosas, al igual que, por el contrario, crearlas

𝐈𝐧𝐞𝐟𝐚𝐛𝐥𝐞 [ Druig ]Where stories live. Discover now