Prólogo

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El día llegó como la nieve en invierno, el vigésimo primer cumpleaños de las mellizas estaba en la vuelta de la esquina. Para todos los integrantes de la familia Saltzman el desespero y la angustia se hizo presente a solo un año del destino de las gemelas, la fusión.

El sentimiento de presión me acechaba como si fuera mi propia sombra, la preocupación fue mi acompañante por varios meses sin tener la mínima idea de cómo evitarlo. No quería que ninguna de ellas falleciera después de tanto años y al fin nuestra relación se encaminó entre bromas y discusiones con Lizzie pero también encuentros espontáneos cortos pero significantes —al menos para mí— con Josie, su aura y vibra siempre me había traído paz y ahora de tan solo pensar que tal vez ella no sobreviva a la fusión sino conseguimos una solución lo más pronto posible todo quedará vacío dentro de mí y por alguna extraña razón mi lobo no desea perderla... A ninguna de las dos quiero decir.

Pov Omnisciente.

—Hope, aquí estás dios todo el mundo te ha estado buscado—Hope gira a la dueña de la voz y de sus anteriores pensamientos. Una castaña con unos jeans anchos, una camiseta de tirantes negras y encima de este una camisa amarillas con rayas blancas con zapatos bajos del mismo color de la camisa pero más claros teniendo una vibra de los 90's la escudriñaba con la mirada.

—Solo estaba tomando aire, Jos.

La menor asiente y toma posición a su lado.

—Sé que estás estresada por lo de la fusión, Hope, pero está bien después de todos es el destino de mi hermana y el mío... Más el mío.—Dice con suavidad.

Hope se gira y niega al verla—¡No, Jos! No lo permitiré, no te dejaré morir... Ni a Lizzie ni a ti—aclara dudosa.—Solo... Necesitamos más tiempo.—Expresa en un murmullo bajo con dolor.

Josie sonríe por la palabras de la cobriza pero sabía que tiempo es lo menos que tenían.

—Hope, mírame por favor—pide, la mayor lo hace a regañadiente no quería mostrarse débil ante su amiga y dejarle saber que no estaría bien con el fallecimiento de alguien querido por ella ya la muerte de sus padres la atormentaba demasiado como para sumarle la posible muerte de la niña que le dio el tour por el internado cuando tenía 7 años y ahora era su mejor amiga— Sabemos que el tiempo se acaba y el final nos está pisando los talones—ríe—pero no por eso voy a pasar mi tiempo buscando una solución que no existe—la cobriza quería recriminarle lo dicho, quería decirle que todo en este mundo sobrenatural, su mundo existe un tecnicismo una laguna y ella era la prueba de eso, el motivo de su existencia es acabar con Malivore quién aún no aparecido luego de tomar el cuerpo de su ex-novio, Landon hace un par de años.—Solo...—suspira—quiero pasar el tiempo que me queda con las personas que quiero así que, Hope—se aparta dejando un considerable espacio entre ellas—me haría el honor de ser mi acompañante para mi cumpleaños—dice con una cariñosa sonrisa en su rostro.

—¿Tu acompañante?—Se cuestiona—¿qué pasa con Finch?—pregunta inquisitiva.

—Finch no podrá llegar a tiempo a la fiesta, aún está en ese viaje mensual que hacen los lobos, pero ya me ha dicho que me lo recompensará cuando regrese—dice mientras se encoge de hombros. Las palabras de la morena de ojos café salen desinteresadas mirando a la cobriza esperando su respuesta.

—Está bien-acepta—seré tu acompañante, Jo—suspira con una sonrisa.

La castaña dio un pequeño salto al recibir la respuesta que quería por otra parte Hope estaba feliz de ver una vez más aquella sonrisa no sabía que de pronto esa y futuras sonrisas no las vería más si no consigue una solución a la fusión.

—Es todo un honor que la gran Hope Mikaelson sea mi acompañante—habla Josie con voz elegante mientras se inclina haciendo una reverencia. Hope ríe por el gesto encontrándose con los orbes marrones de sus amiga y es ahí donde ambas saben que el final no está del todo perdido, aún no.

Litterest Werewolf: Mikaelson Family → HosieWhere stories live. Discover now