CAPÍTULO 8:EL INSTITUTO BRAIN

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Pov Sofía

Bajé del mini bus, viendo el instituto Barin frente a nosotros ya que hoy era el día de nuestro partido.

Cuando te dicen instituto, ¿cual es la primera palabra que te viene a la mente? Tal vez es prisión, tal vez es tortura, enseñanza, tareas, exámenes o parecidos.
Yo pensaría en esas palabras, pero sin lugar a dudas no se me pasaría por la mente antenas.

Pues bien, lo más original del Instituto Barin era el hecho de que, nada más llegar, lograbas ver unas grandes antenas parabólicas. Antenas que debían estar en algún centro meterólogo o parecidos, no en un colegio.

—Oigan, aqui venimos a jugar al futbol, no a que nos den el tiempo—comenté viendo una de las antenas más de cerca.

Viendo mis intenciones, Nelly se aseguró de advertirme.

—Sofía, no lo toques. A ver si vas a electrocutarte o algo—me reprendió, pasando a mi lado.

Claramente no le hice caso por qué soy rebelde. Alargué mi mano, tocando aquella gran antena y recibiendo un pequeño calambrazo que me hizo soltar un quejido. Sacudí mi mano, adolorida.

—Nelly, me hice pupita—me quejé, diciéndole que me dolía.

—Por burra.—me respondió la gerente, rodando los ojos.

Lo admito, yo no tengo remedio alguno.

Viendo como el equipo sontinuaba el camino para poder llegar al banco del campo y allí prepararnos para iniciar el partido, decidí unirme al grupo y continuar el recorrido.

Llegamos al campo, en el cual cada vez más había más espectadores queriendo ver el encuentro. Por mientras, nosotros iniciamos una mini reunión antes de enfrentarnos al Brain.

—Este será un partido complicado, ¿habéis logrado obtener alguna super técnica?—preguntó el profesor Wintersea

El profesor estaba a cargo de aquel duelo que habíamos mantenido con el Brain aquel día en el campo de la ribera, y al saberlo simplemente empezó a sudar frío. Algo que me sorprendió, no esperaba que el club le importase en lo más mínimo

—Tenemos espíritu, eso basta y sobra.—le respondí, amagando el hecho de que no habíamos ideado nada nuevo.

Todo este tiempo en lugar d e idear nuevas técnicas estuvimos en el campo centella entrenando, así que no había habido oportunidades para idear alguna nueva supertécnica.

—Vale, no habeis completado ninguna supertécnica nueva, estamos perdidos-se lamentó el profesor, sentándose en el banco.

El ánimo lamentable de Wintersea hizo que el equipo se mirara entre ellos indecisos y decaídos, así que Mark se encargó de reponer sus ánimos a unos entusiastas.

—Bueno, puede que nos vencieran en el duelo de la ribera, pero hoy es un partido en el que estará todo el equipo. Si unimos nuestras fuerzas y aprovechamos las oportunidades...¡seguro que les ganaremos!—alentó el capitán con estas palabras al equipo.

—Los dos equipos al frente—llamó el árbitro.

Todos fuimos a nuestros puestos, dispuestos a disputar aquel partido.
En ese momento pude fijarme el hecho de que los del Brain llevaban una especie de cables extraños en su cabeza.

—¡Vamos chicos, con pasión!—exclamé, animándolos desde el banquillo.

Cuando ya estuvieron todos listos sonó el pitido del árbitro, indicando el inicio del encuentro.
Sacamos nosotros y rápidamente Kevin empezó a subir por el campo.
El delantero del Brain se puso enfrente , pero nada más, no hizo ningún movimiento para detenerlo.

Inazuma Eleven:LOS INICIOS [Sofía Evans]Where stories live. Discover now