Inazuma Eleven:LOS INICIOS [Sofía Evans]

CAPÍTULO 22 (parte 1):AUTOSUPERACIÓN

Pov Sofia

Entré en el recinto escolar detrás de mi hermano.
Simplemente solté un gran bostezo.

Desde el encuentro contra el Kirkwood Mark había estado demasiado preocupado. Había reconocido que estaba preocupado por el hecho de que, para parar el triangulo Z, necesito la ayuda de Todd y Jack. Pero en el Zeus no podía contar siempre con su apoyo. Debía superarse a si mismo, pero no sabía como empezar esa autosuperación.
Por eso estaba tan preocupado que casi no había dormido por la noche. En mas de una ocasión se había despertado chillando por culpa de una pesadilla. Y eso implicaba una cosa. Si Mark no dormía, yo tampoco dormía.

En la entrada del colegio ya estaban Nathan, Jude, Axel, Erik y Silvia. Al vernos sonrieron para saludarnos, pero al ver a mi hermano tambaleándose de un lado a otro con el rostro pálido me miraron a mi en busca de una explicación.

—¿Que ocurre?—preguntó Silvia

—Es inútil...es inútil...ya no sirve, ya no puedo usarla...—empezó a murmurar mi mellizo pasando de largo de nuestros amigos.

Todos me miraron para que les aclarase la situación y el contexto de sus palabras.
—Simplemente está de bajón. Le costó parar los tiros del Kirkwood y cree que no es capaz de parar los del Zeus.

Ahora ya todos entendieron el porque veníamos al colegio en aquel estado. O al menos el estado de Mark.

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Durante el resto del día, Mark estuvo en su propio mundo. Buscaba una manera de mejorar, aunque sabía que estaba tan bajo de moral y confianza que no sabía que hacer a continuación.

Finalmente llegó la hora de los clubes.
Llegué a la entrada del colegio, despidiéndome de Mark. Hoy tenía cita con el doctor, por lo que no me quedaría. Supervisar el entrenamiento.
Sin embargo mi hermano ni siquiera se despidió de mi, solamente se puso en dirección a la caseta del club murmurando cosas que no pude llegar a entender.

Suspiré medio resignandome

—Sofía.—me llamaron, y al voltear vi a Erik y a Bobby acercarse a mi, dispuestos a ir al entrenamiento.—Erik me ha comentado lo sucedido, ¿es verdad que Mark está...?

—¿Como zombie desanimado? —terminé la frase por él.—Efectivamente.

—¿Había estado así antes?—me preguntó Erik preocupado.

Miré en donde se había ido mi mellizo, pensando en sí hablar o no. Finalmente opté por hacerlo, eran mis compañeros, debía confiar en ellos.
—No—reconocí—Estuvo peor.

Fue cuando tuve mi accidente. Yo no logré verlo debido al coma en el que caí, sin embargo mamá y papá me confesaron que estuvo ta decaído que no hablaba y apenas comía.

—¿Y como se recuperó?—preguntó Erik.

—Simplemente desperté —respondí

Con esas palabras los dos entendieron a que me estaba refiriendo, así que optaron por mantener la boca cerrada.

Rebusqué entre mi maleta, sacando el cuaderno del abuelo de esta. Estaba segura que había algo que podría ayudarnos a salir de esta de una vez por todas.
—Voy a buscar algo para volver a motivarlo. Pero debo irme al hospital, así que os encargo a Mark por el resto de la tarde.

Los dos asintieron. Sabiendo que dejaba a mi hermano en buenas manos, me puse rumbo al hospital sin demasiadas ganas.
Debía reconocer que hasta yo misma me estaba poniendo de los nervios. Y eso nunca era bueno.

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Apreté las vendas alrededor de la mano de mi hermano, sin tener ni un mínimo cuidado. Por lo que era común que de vez en cuando soltase quejidos de dolor por curar las heridas que se había hecho hoy entrenando en el parque de la torre al no tener mi supervisión por andar con mis chequeos médicos.