Capítulo 38

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Todos los que habían acudido al juicio para presenciarlo esperaron durante más de media hora con el alma en vilo. Después de que los asesinos regresaran, todas las personas importantes del Ministerio habían abandonado la sala con ellos, y el Wizengamot hizo las maletas unos momentos después. Incluso Dumbledore había sido devuelto a su celda para el "futuro inmediato" mientras lo resolvían. Ahora todos los que quedaban especulaban escandalosamente, preguntándose qué demonios estaba pasando. Con una excepción a la regla, o más bien a un grupo, que se limitaba a sentarse con sonrisas cómplices o de reivindicación...

-Ronald, ¿sabes qué está pasando?- Preguntó Arthur al ver la mirada de su hijo. No era una mirada a la que estuviera acostumbrado a ver a su hijo menor con esa clase de reivindicación. Estaba creciendo, viendo el mundo tal y como era, y nunca había querido eso para sus hijos. Los había protegido tanto como pudo, al tiempo que les daba reglas, como la de no confiar nunca en cosas que pudieran pensar por sí mismas. No es que hubiera funcionado del todo, ya que de una forma u otra cada uno de sus hijos había hecho algo contra lo que les había advertido. Ninguno peor que su hija, que había estado escribiendo a Voldemort durante todo un año y casi le cuesta el alma y la vida a Ginny.

-Más o menos, te darás cuenta muy pronto, papá, sólo piensa en ello y en hasta dónde llega Dumbledore para hacer cualquier cosa-, dijo Ron con solemnidad.

-¿Están aquí por culpa de Dumbledore?- Ginny se quedó boquiabierta, pero su hermano se limitó a ignorarla como si no hubiera hablado, le dolía cada vez que hacía eso, debería estar acostumbrada, lo había hecho prácticamente todo el verano. En realidad todos sus hermanos lo habían hecho, incluso Bill, Charlie y Percy no le dirigían la palabra más que para expresar su decepción hacia ella. Puede que se quedara con su familia, pero ahora mismo no se sentían como una familia, quizás excepto su madre, y esperaba que eso cambiara pronto. No podía soportar mucho más que su propia familia la odiara tan horriblemente.

-¿Qué ha intentado hacer esta vez? ¿Y cómo lo sabes?- Preguntó Arthur, su mirada se deslizó hacia Harry, y cerró los ojos con cansancio, teniendo una idea aproximada pero sin querer expresarla. ¿Su depravación no tenía límites? Se suponía que era el líder de la luz, era un testimonio de lo mucho que había caído que casi nadie de la Orden estuviera aquí este día para ver su sentencia de pasada. -Viejo estúpido-, murmuró Arthur con disgusto.

-¿Cuánto tiempo más crees que tardarán?- preguntó Ron que tenía hambre; el sándwich apenas le había quitado el hambre. Estaba acostumbrado a comer a la hora del almuerzo, así que obviamente un pequeño sándwich no lo llenaría. No creía que su madre cocinara, pero podía llegar a casa y prepararse algo para comer, tanto para él como para Hermione.

-Podría llevar todo el día-, respondió Severus con suavidad, -sólo depende de lo que nuestro Ministerio discuta sobre las condiciones que los asesinos y el ministro italiano han establecido. Sin embargo, sólo un tonto discutiría con ellos, y Scrimgeour no es lo que yo llamaría uno, con un poco de suerte no debería durar mucho más-.

-Ya está durando más de lo que suponía, ya han pasado casi cuarenta y cinco minutos- señaló Harry.

-Si fuera cualquier otro juicio esta sala ya estaría vacía-, dijo Hermione, por muy educativo que fuera esto en realidad ella misma se estaba molestando y aburriendo un poco. -¿Cuánto tiempo crees que estuvieron a punto de darle antes de ser interrumpidos?-.

Harry sonrió con sorna, -Eso mismo estaba pensando yo-, dijo soltando una rara carcajada. -Pero no importa-.

-Su condena sin importar nada probablemente se ha alargado exponencialmente-. Severus, terminando los pensamientos de Harry.

-Sip-, se carcajeó Harry, por fin se había librado del viejo idiota, y no podía estar más contento por ello. Gracias a Merlín se había dado cuenta de ellos, y mejor aún, lo había hecho notar. ¿Y pensar que había asumido que volverían a Italia con el rabo entre las piernas? Oh, se había equivocado tanto, estaban de vuelta y exigiendo venganza con los gustos que nunca había visto en nadie más que en él mismo.

HAUNTED JADED EYES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora