Capítulo XII

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CAPÍTULO XII: “Seguimos hablando, yo también tengo algo que decirle...”

AUTORÍA: Regina

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B: Yo ya lo perdone, una mañana en Cartagena…

A (la mira esperanzado) : Si? Si Mi…

B (lo interrumpe) : Yo… creo que esta noche esta en nosotros decir toda la verdad…

El intenta acercarse pero ella lo detiene con un gesto de la mano.

A: Mi amor…

B: No espere... Yo lo perdone pero no pude olvidar todo lo que me hizo, y lo que yo hice...

A: ¿Lo que usted hizo?

B: Creo que es mi turno y voy a responder a lo que me pregunto antes de por que no lo enfrente...

A: Dime, dime lo que sea mi amor... pretendo que nuestro pasado, no nos llegue a atrapar... que sincerarnos nos permita comenzar nuevamente.

B (lo mira intrigada. ¿Es esa la intención de el? Mantener esa conversación y comenzar nuevamente, eso seria demasiado bonito) : Yo… yo sabía… yo se que no actué bien… es más… yo planeaba cada paso para desesperarlo, para angustiarlo, por que creía que toda su preocupación, todo su dolor era por miedo a que me volara con su empresa…

A (le toma las manos) : No mi vida, me volvía loco de los celos, yo… yo me moría por su indiferencia… yo…

B (tratando de soltar sus manos, pero el la retiene) : Y yo creía que sus celos eran financieros, pero es cierto que no era inocente, yo no podía confiar en usted, no después de leer esa carta.

A: Betty...

B: Desde las salidas con Nicolás, hasta el elegir el Mesón de San Diego para salir, todo fue planificado para desesperarlo

A: Pero la noche del Mesón yo me porte como un desgraciado, pero usted...

B: Yo volví a caer en sus brazos, hasta que reaccione...

A: Pero me boto, me dijo que no me deseaba... Tuve ganas de raptarla y obligarla a quedarse a mi lado...

B: Bueno ceder a sus besos no fue planeado...

A: Y es verdad que me devolvió la vida en ese momento.

B: Don Armando, el día que usted entro a mi despacho y me dijo que podía hacer conmigo lo que quisiera...

A: Estaba loco, desesperado mi amor, perdóneme pero no podía mas...

B: Déjeme seguir... Ese día usted me beso a la fuerza, yo comprendí que si no dejaba ese juego ya no podría prescindir de usted, a pesar del engaño... Termine respondiendo a su beso hasta que vi a Doña Catalina, me asuste, yo le dije que alguien nos había visto pero no le dije quien. Luego hable con ella y me ofreció, que si me iba de Ecomoda, podía contar con ella...

A (pensativo) : Con razón cuando esa noche la encontré llevando prendas y me entere de la descompostura de Inesita, ella me vio tan mal que se ofreció a ayudarme, a escucharme, yo había bebido como un cosaco y tenia una botella en el bolsillo...

B: Si y me fue a buscar donde Inesita...

Instintivamente el se acaricia la mejilla, ella ante el gesto se sonroja, coloca una mano sobre su rostro

B: Perdón... (El besa la mano que lo acaricia)... Ese episodio me dejo totalmente enojada, pero también confusa... Su tarjeta el día después y la promesa, el arranque de romper su compromiso, me confundieron aún más. En realidad quise creer en usted... Pero cuando agrego que lo haría después de la junta, me derrumbe...

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