18°

7.8K 711 1.3K
                                    

Senjuro prefirió acostarse a dormir en el lugar, al parecer la habitación había cambiado y ahora era más grande, también tenía una cama diferente, no entendía el por qué, pero sabía que tenía mucho que ver con que akaza quisiera volverlo más fuerte, se hundió en la almohada y suspiro acomodándose con la intención de quedarse dormido

Estaba pensando mucho en las palabras de akaza, también en la situación que había pasado, le dolía la cabeza de tanto pensarlo, no sabía nisiquiera que pasaba por su mente, akaza era un total estúpido, pero quería entender su versión de la historia, miro hacia la puerta dónde se veía la sombra del demonio que estaba sentado allí y cerró sus ojos para dormir, no quería seguir con esa encrucijada en su pecho, después de un rato se durmió como un bebé en la cama, y akaza se quedó allí sentado con los ojos cerrados esperando

------

El pequeño senjuro se encontraba de brazos cruzados frunciendo el ceño mientras veía al demonio que estaba de rodillas enfrente de él pidiéndole disculpas, se había dormido profundamente esa noche y en cuanto se levantó a la noche siguiente akaza entro con un plato de comida y le pidió disculpas arrodillándose, era patético hasta para pedir disculpas, aunque le daba un poco de satisfacción

¿Ya me perdonas? - pregunto el demonio mientras alzaba la mirada volteando a verlo

No - respondió senjuro frunciendo aún más el ceño, no se la dejaría tan fácil a ese cabeza de balón

Una vena molesta se formó en la frente de akaza, ese mocoso sí que lo molestaba, ahora deseaba poder comerle tansiquiera una pierna para compensar la humillación que estaba sufriendo - llevó 20 minutos arrodillado aquí ¿se puede saber por qué no me perdonas de una vez? - pregunto totalmente molesto, enserio deseaba comerse a ese mocoso o por lo menos enseñarle su lugar, pero senjuro tenía que confiar en él para poder manipularlo, sí lo asustaba más solo haría que muzan hiciera una transformación apresurada a la que no sobreviviría

No rompes algo y después se repara solo con un simple "perdón" ¡Jum! - contesto senjuro girando su cabeza indignado hacía otro lado, algo en ese demonio le impedía dañarlo, y quería saber el porqué

Akaza se lamío los labios con el ceño fruncido sin poder creer que estaba siendo manipulado por un mocoso como ese, pero tenía que hacer lo necesario para ganarse su confianza, por lo menos sí quería que su plan para salvarlos funcionará - por favor senjuro rengoku perdóname, haré lo que tú quieras, pero ¡perdoname de una maldita vez! - gritó akaza mientras temblaba contenido su enojó, en cuanto ese menor se se las cobraría todas

¿Lo que sea? - pregunto el menor de los rengoku volteando a verlo

Sabes para ser un mocoso tan débil, eres jodidamente agresivo - murmuró siendo escuchado por senjuro - Lo que sea - mencionó akaza mientras se rendía a los perversos planes de ese pequeño 

En el rostro de senjuro se formó una sonrisa enorme, que una luna superior dijera eso era estúpidamente divertido, aunque aún sentía miedo de él, sabía que no podía hacerle nada, después de esa cachetada quedó un poco en shock pensando que se enojaría demasiado, pero al ver que no reclamaba nada sentía un poco de confianza, sí ese demonio enserio estaba enamorado de su hermano no lo tocaría jamás, akaza sintió un escalofrío recorrer su cuerpo ante la mirada filosa del menor y pensó que tal vez le dio un poder del que se arrepentiría después

¡Woaaaa! - suspiró senjuro mientras se hundía en la montaña de almohadas y peluches que akaza le había traído como condición para que lo perdonara, se sentía muy solo en esa habitación por eso todos esos peluches le harían compañía hasta que encontrará la forma de escapar, servirían muy bien como fachada, akaza también le había traído muchos dulces y postres para que el menor disfrutará, con eso ya estaría completamente perdonando por el pequeño rubio, mira que perdirle un montón de peluches era bastante estúpido, con todo el montón de cosas que podía pedirle senjuro solo pidió monerías, no había dudas de que era solo un niño de doce años aprendiendo del mundo, era sumamente simple

Demonios de media noche°Where stories live. Discover now