Y eso es todo lo que importa (SUPERCORP)

Capítulo 1

Lena conoce a Kara por primera vez cuando tiene quince años. Los padres de Lena, Lex y ella van a su casa en la playa en Midvale, como hacen todos los años, excepto que esta vez es diferente. Porque esta vez hay una chica nueva en la casa justo al final de la colina de los Luthor. Desde la ventana de su habitación, Lena puede verla corriendo por el patio trasero con otra chica, la que ha estado allí desde que Lena tiene memoria, borrones de cabello rubio y castaño brillando a la luz del sol de vez en cuando.

Le hace desear que Lex todavía juegue con ella, pero él dice que ahora son demasiado mayores para eso, tiene veinte años y está pensando en títulos de maestría y otras cosas importantes que ella, según él, no puede entender todavía. (Ella lo entiende. Quiere ir a Harvard y estudiar ingeniería biomédica para marcar la diferencia, pero aún no se lo ha dicho a nadie. Todos piensan que Lex es el genio, no ella, y de todos modos es más fácil ser invisible).

Aunque son las vacaciones de verano, todos están ocupados con el trabajo. Su madre lee artículos científicos como si fueran periódicos matutinos y su padre está haciendo trámites para su empresa. En toda la casa, el personal trabaja día y noche para mantenerla limpia, lo que Lena aprecia, pero también hace que todo parezca demasiado blanco e impersonal.

Todo el mundo parece saber exactamente qué hacer, excepto Lena. Solo han estado aquí una semana y ya ha leído todos los libros que trajo consigo, uno de los libros de Lex sobre el espacio y la vida extraterrestre, e incluso el realmente complicado de la biblioteca de su madre sobre algo médico que no pudo terminar. Ha vencido a los dos únicos videojuegos de la casa tres veces en diferentes dificultades y ha explorado todos los rincones de la casa.

Así que la única opción lógica ahora es salir de casa. Decide preguntarle a su madre, porque es más probable que ella diga que sí.

— Mamá, ¿puedo ir a jugar afuera?

— Como sea, Lena. No olvides que la cena es a las seis.

Lena no pierde ni un segundo más. Silenciosamente abre la puerta principal, pero tan pronto como se cierra detrás de ella, comienza a correr. Bajando la colina, hacia donde juegan las dos niñas. A medida que Lena se acerca, se da cuenta de que están sosteniendo cuerdas para saltar y hay varios tipos de pelotas esparcidas por el césped, pero luego está demasiado cerca y hay setos que los separan de ella y ya no puede ver nada. Entre los sonidos de la cuerda para saltar, puede oírlas reír y hablar.

Parece que se están divirtiendo mucho solo ellas dos, y Lena corre atina hasta detenerse. ¿Quién dice que estas chicas querrán jugar con ella? Ni siquiera las conoce, a pesar de que ha estado viniendo aquí durante años. Quién sabe lo que dice la gente de la ciudad sobre ellos: los Luthor. Si es que se dan cuenta de su presencia, ya que en realidad nunca salen de la casa.

Algo en su estómago se contrae y siente que podría estar enferma. Estas chicas se están divirtiendo tanto que probablemente no quieran que Lena las interrumpa. Probablemente pensarán que es desagradable y no tan divertida. Pero tampoco puede volver a la casa, no ahora que finalmente salió.

Sintiéndose en conflicto, tentativamente da unos pasos más cerca de los setos para mirar a través de ellos. La chica de cabello castaño ahora está lanzando pelotas a la otra con impresionantes columpios, y la rubia las atrapa con facilidad. Parece un juego tonto, especialmente porque la chica más alta parece tener la misma edad que Lena, hasta que una de las bolas vuela sobre la cabeza de la rubia por lo menos dos metros. Al principio, Lena piensa que fue un error que la pelota hubiera sido lanzada tan alto, pero luego la pequeña niña levita del suelo y la atrapa con una sonrisa.

— Tíralo más alto, Alex — dice, con los pies aterrizando de nuevo en la hierba, la pelota todavía agarrada en sus manos.

— Sabes que se supone que no debemos hacerlo — dice Alex, la morena. — ¿Y si alguien te ve? Mamá y papá nos matarían.