Y eso es todo lo que importa (SUPERCORP)

Capítulo 5

Kara jadea en su boca, y durante medio segundo una ola de pánico recorre el cuerpo de Lena, pero luego las manos de Kara ahuecan ambos lados de su cara y ella le devuelve el beso.

Es suave y dulce e incluso mejor de lo que Lena podría haber imaginado. No puede respirar y puede que esté llorando, pero Kara le devuelve el beso y eso es casi demasiado bueno para ser verdad, así que Lena no se atreve a alejarse por miedo a despertar.

Finalmente, es Kara quien se aleja primero, suavemente. Una de sus manos todavía está en la mejilla de Lena, la otra enredada en su cabello, y hay algo en la expresión de sus ojos que Lena nunca había visto antes.

— Oye — susurra Kara, limpiando una lágrima de la mejilla de Lena. — ¿Estás bien?

Lena intenta hablar, pero su lengua está paralizada, así que en lugar de eso, simplemente asiente. Casi puede sentir la sangre corriendo por sus venas, escuchar el latido de su corazón contra sus costillas, pero todo lo que puede hacer es mirar a Kara. Kara, con ojos más azules que el océano. Kara, cuyos labios se curvan en una sonrisa vacilante. Kara, que todavía está aquí, a pesar de que Lena acaba de besarla.

— ¿Estuvo bien? — Kara pregunta, dejando caer sus manos del rostro de Lena. — Nunca he besado a nadie.

Lena parpadea, porque aquí está, finalmente dejándose enamorar de Kara, y Kara está hablando de cómo fue su primer beso. Y es linda, pero no es como Lena se lo imaginó. Pensó que habría más gritos y apodos de Lena y Kara huyendo de la peor amiga que había tenido.

— ¿Qué? — murmura, queriendo alejarse y permanecer cerca de Kara al mismo tiempo. — ¿No estás enojada?

Kara levanta las cejas con sorpresa. — ¿Enojada? ¿Por qué iba a estar enojada?

— Porque te besé — comienza Lena, de repente muy consciente de cómo su boca todavía sabe a Kara, y cómo sus labios todavía están hormigueando. — Oh Dios, te besé. No era mi intención, nunca quise arruinar nuestra amistad, pero no pude evitarlo, y ahora ...

— ¿Arruinar nuestra amistad? — Kara interrumpe. — Tú... espera, ¿qué? — Se inclina hacia adelante para apartar un mechón de cabello de la cara de Lena. — ¿Crees que no quería eso? Lena, sé que no soy la mejor en hablar sobre mis sentimientos y esas cosas a veces, pero eso no significa que no sienta nada en absoluto. Yo... yo siento mucha cosas, y tú ... quiero decir. Duh...

Y antes de que Lena pueda procesar lo que está sucediendo, Kara se inclina para presionar sus labios contra los de Lena nuevamente. Es más áspera, más agresiva esta vez, pero también tierna y llena de compasión. Lena reacciona sin pensarlo dos veces, alcanzando la parte posterior del cuello de Kara para acercarla más. Su costado está incómodamente presionado contra la pared de la cueva, pero apenas siente nada de eso. Todo lo que siente son los labios de Kara sobre los suyos y el fuego se extiende rápidamente por cada célula de su cuerpo.

Durante aproximadamente una semana, pasan el tiempo merodeando. robándose besos cuando nadie mira, tomándose de la mano de forma encubierta debajo de la mesa durante la cena, acurrucándose mientras ven una película ... todas las cosas que Lena pensó que nunca tendría. No con Kara, al menos. Se imaginó todo esto tantas veces, pero de alguna manera la realidad es incluso mejor que el sueño.

Un día, cuando regresan de un día en la playa, Kara pasa su brazo por el de Lena. — Quiero decirles. Me refiero a Eliza y Jeremiah.

— ¿Decirles qué?

— Que eres mi novia — dice Kara. — Creo que estarán de acuerdo con eso. Les gustas, y una vez cuando Alex dijo algo tonto, Eliza le gritó. Se lo merecía.