CAPÍTULO 8 - El nuevo amigo Alek

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La pequeña Dux, tras su primer día en el barco limpiando, cenó con los demás piratas, le recordaba a los almuerzos y cenas en el trabajo de su padre, un montón de hombres comiendo y riendo rodeados de alcohol, pero este escenario tenía una vibra diferente, Dux no se sentía cómoda.

-Oye tú, el nuevo- Dijo ya borracho uno de los piratas del barco -tienes cara de niña-

Tras este comentario toda la tripulación se soltó a carcajadas como si fuera un insulto lo que el hombre había dicho, sin saber por qué, Dux se sintió culpable y mal consigo misma, estaba a punto de levantarse para irse del lugar, pero alguien jaló de su brazo impidiéndole levantarse.

-Dile "¿acaso estoy sosteniendo un espejo, niñita?"- Le susurraron al oído.

Dux sin procesar bien lo que pasaba, aclaró su garganta y fingiendo la voz repitió lo que le dijo ese susurro, al parecer fue una contestación excelente ya que los piratas soltaron un bullicio y una carcajada aún más fuerte, Dux se sintió más segura al ver la buena respuesta de los tripulantes, el hombre a quien le contestó reía también, así que supo que no traería consecuencias hablar así.

-Oye, gracias...- Dux se giró para ver quién la había jalado del brazo -oh, Alek ¿cierto?-

Era el chico de la alacena de suministros, quien asintió con la cabeza y soltó una pequeña risa, Dux rio ligeramente acompañándolo y siguió comiendo de la fruta que había frente a ella.

-¿Cuántos años tienes?- Preguntó Alex comiendo algunas uvas.

-10, cumplí años hace 2 meses- Respondió Dux comiendo de las mismas uvas.

-¡Ja! soy mayor, tengo 11 años, cumplo 12 en 3 meses- Dijo el chico de forma victoriosa.

Los dos siguieron hablando y presentándose mientras comían hasta que todos los demás piratas comenzaron a levantarse para ir a dormir, Dux en vez de seguir hacia las hamacas se asomó a la horilla del barco mirando hacia el cielo y el mar, que no mostraba ninguna costa cercana, comenzó a preocuparse ¿Su madre habrá ido a buscarla? ¿Qué pensaría si no la encuentra? ¿Cuándo volverá a verla? tantos pensamientos la estaban abrumando, pero fue interrumpida por el ruido de un chasquido de dedos a su oído.

-Hey rubio, hay que ir a las hamacas- Era Alek, solo quedaban ellos dos en la cubierta.

-No quiero ir a dormir- Dijo Dux reteniendo las lágrimas, Alek la miró sin saber que le pasaba.

-Mira- el chico castaño tomó el meñique de Dux con su propio meñique -mi mamá me enseñó que si conectas los meñiques también conectas los sentidos y emociones-

Dux miró extrañada como estaba agarrada de los meñiques con Alek, sin saber cómo, esto la calmó un poco, el chico lo notó y sonrió.

-¿Ves? yo me siento bien y con ganas de dormir, así que tú debes sentir lo mismo, ¿no?- Preguntó Alek

-¿Por qué no estás con tu mamá?- Dux no entendía por qué Alek era el único niño pequeño de la tripulación, no parecía ser hijo de nadie del lugar.

-Ah, ella murió hace 2 años, pero no importa, el capitán me encontró vagando por ahí y decidió hacerme parte de la tripulación- Respondió Alek optimista.

-¿Y tu papá?- Dux estaba impactada por ver como alguien podía estar tan tranquilo teniendo a su madre muerta.

-Nunca tuve papá, no lo conocí-

Dux no quiso hacer más preguntas así que simplemente lo siguió hacia la zona de hamacas y se acostó en la cual le habían asignado durante la mañana, durmiéndose abrazando el colgante que le dio su madre, era lo más cercano a estar con ella.

Dux Bogdánov, oportunidad de vida.Where stories live. Discover now