CAPÍTULO 20 - Que comience la aventura

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Tras varios minutos el barco estaba mucho más cerca al muelle, con la orden de Dux rodearon el lugar para no anclar el barco en un espacio público dónde les pusieran problema debido a sus velas marrones.

Al llegar a un sitio seguro, amarraron el barco y bajaron a tierra firme, Suvi traía un costal con algunas armas de refuerzo y Dheux cargaba su bolsa de artilugios como siempre.

-Nos hacen falta muchas cosas en el barco y a nosotros, podemos aprovechar aquí para conseguirlas- Propuso Kasper -Si robamos...-

-No vamos a robar con el príncipe aquí, ¿Quieres que alguien lo reconozca y automáticamente todos los reinos nos busquen por traerlo con nosotros?- Negó Dux.

-¿Y si le cambiamos la apariencia? Ya saben, ropa menos elegante, necesita zapatos, la cara y el cabello también son bastante notorios- Comentó Alaleilu.

-Mejor, dejémoslo cuidando el barco mientras volvemos, así conseguimos lo que necesitamos sin que él estorbe- Habló Dheux.

Dheux era generalmente amable con toda la tripulación, así que a todos les llamó la atención escuchar al maestre despreciando al nuevo tripulante, sin embargo, era una buena idea.

-Aun así, podemos aprovechar y vender mis cosas, esto nos daría dinero para comprar lo que buscamos de forma legal- Agregó Dheux volviendo a su tono amigable habitual.

-Yo solo quiero saber dónde estamos para ubicarnos en el mapa- Dijo Ethir interrumpiendo la conversación.

-Fundidor necesario- Habló Suvi, la chica quería conseguir un fundidor de hierro para poder crear cosas con mayor facilidad.

-Bueno, a ver, necesitamos comida, Kasper se encarga; tela para hacerle ropa para el nuevo, Alaleilu; Suvi busca tu fundidor con Ethir, aprovechan para saber dónde estamos, Dheux, vienes conmigo, vamos a vender tus cosas por ahí, los buscamos al resto luego para darles el dinero con qué pagar lo que consigan- Ordenó Dux.

La tripulación asintió, Dux le ordenó a Rackham quedarse cerca del barco sin ser visto y cuidarlo mientras todos volvían, el pelinegro se sentó en la arena dando a entender que acataba la orden.

La tripulación se dividió para cumplir sus tareas, Dux y Dheux preguntaron por algún mercado de compra y venta, y en algunos minutos lograron encontrar uno, entraron paseando por los puestos, buscando alguna tienda que comprara lo que Dheux cargaba en su bolsa.

-Dheux, quiero preguntarte algo- Dux comenzó a hablar mientras buscaban -¿Por qué tratas mal al nuevo? Con el resto de nosotros eres adorable-

-No quiero encariñarme con nadie- Respondió Dheux de forma fría -Dániel y Libelle murieron, Xiomi y Nowak prefirieron quedarse en una isla a estar con nosotros, Rackham es un príncipe ¿Y si vuelve a su reino? ¿Para qué hacerme su amigo si se irá luego?-

Dux no había notado lo mucho que había afectado a Dheux el ataque del azanekg pez globo, el chico alegre al que le hacía ilusión la vida pirata parecía haberse dado cuenta un poco de la realidad que se vivía en un barco.

-Pero a mí me sigues tratando bien ¿Conmigo no te molesta encariñarte?- Preguntó Dux.

-Es que de ti ya me encariñé- Dheux arrugó la nariz, Dux se sonrojó un poco y ocultó su collar en su puño como un reflejo al ver que éste dio un pequeño brillo.

Continuaron caminando por el mercado hasta encontrar a una vieja hongo que vendía joyas, utensilios y muchos artilugios más, Dux le ofreció vender sus cosas a la anciana, Dheux negoció con la mujer, quien ofreció una buena cantidad de dinero por todo lo que traía.

Dheux vació la bolsa en la mesa de la anciana, por primera vez Dux estaba viendo lo que su maestre cargaba en la bolsa, traía desde cucharas, relojes de bolsillo y tazas de metal, al terminar de vaciar todo, Dheux tomó rápidamente una tetera plateada -No está a la venta ésta, perdón, el resto es suyo- el chico guardó la tetera en su chaleco.

Dux Bogdánov, oportunidad de vida.Where stories live. Discover now