𝑨𝒍𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒄𝒕𝒂𝒔. •𝒁𝒉𝒖𝒊𝒍𝒊𝒏𝒈•

Capítulo 1

1.- Noticia.

La gente murmuraba alrededor de la ciudad de Lanling. Todos cotilleando sobre el matrimonio del joven Jin, pues aunque se sabía sobre la vida amorosa de sus padres, nadie se había imaginado que el mismo joven maestro Jin Ling, se viera envuelto en un matrimonio arreglado.

— Dicen que la secta Gusu Lan, estaba indispuesta a este arreglo matrimonial -decía una mujer ya mayor, que vendía telas-.

— Yo escuché que lo están haciendo para quitarle el puesto al trono al joven Jin -otra mujer hablaba-.

— No es ni una cosa ni otra, esto es para una alianza entre sectas -un hombre habló, interrumpiendo a las mujeres- Es para que el clan Jin se vuelva más asquerosamente rico -dijo con desdén-.

— Creí que habían tenido suficiente al juntarse con la secta Yunmeng Jiang -dijo la vendedora de telas-.

— Mujer, en estas cosas las personas nunca dejan la codicia, y la secta Lan, tiene a los mejores cultivadores y es casi igual de rica que la secta Jin.

— Pobre del joven maestro Jin, se casará sin amor -dijo con melancolía una tercera mujer-.

— Solo espero y la mujer con la que se case, sea lo suficientemente para él -esta vez hablo la segunda mujer-.

— Ja', ¿acaso no saben? -habló otro hombre- El joven maestro Jin, no se va a casar con una doncella, sino con el hijo de...

El ladrido de un perro hizo que el hombre callará de inmediato. Todos observaron como aquel perro corría por toda la calle, detrás de aquel animal, un joven con expresión aterradora perseguía al animal.

— ¿No es ese el joven maestro XuanYu? -pregunto una de las mujeres-.

— Lo es -afirmó la vendedora de telas- Parece que hoy le tocó sacar a pasear a ese perro de nuevo -dijo la tercera mujer, tratando de evitar no reír-.

Mientras ellos seguían chismeando sobre el compromiso del heredero de la secta.

Un joven corría persiguiendo a la cachorra enérgica. Hada, cada vez era más veloz, y XuanYu, apenas si podía mantenerle el ritmo. Se debía cultivar lo suficiente para ser más veloz que la cachorra.

— XuanYu no corras -lo detuvo un hombre de baja estatura-.

— Gege, perdona -hizo una rápida reverencia- Pero Hada corrió tanto que apenas si pude alcanzarla.

— Tranquilo, toma un descanso. Enviaré a alguien para que la ate antes de que huya de nuevo.

— Gracias, Gege -hizo de nuevo una reverencia-.

— Anda descansa -le dijo-.

XuanYu sonrió cuando su hermano mayor le dio una de sus sonrisas habituales. Se alejó de allí, y camino hasta donde se encontraba su pequeño sobrino, quién tenía el ceño fruncido y golpeaba con su espada un maniquí de madera.

— Jin Ling, el maniquí no tiene la culpa -se burló de su pequeño sobrino-.

— Tío.

Jin Ling se sorprendió al ver a su tío ahí. Su expresión cambio de inmediato y se dirigió a paso rápido hasta encontrarse con su mayor.

— Puede que no entienda mucho estas cosas -se rascó la nuca nervioso- Pero realmente no tienes de qué preocuparte Jin Ling. Los Lan son todos unos caballeros y tienen la mente tranquila, no te preocupes por ello -lo dio una sonrisa reconfortante-.

— ¡Agh!, Lo sé, pero...no puedo evitar sentirme estresado ante todo -se revolvió el cabello con frustración-.

— Vamos por un poco de té y hablemos A-Ling.