𝑨𝒍𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒄𝒕𝒂𝒔. •𝒁𝒉𝒖𝒊𝒍𝒊𝒏𝒈•

Capítulo 2

2. Locura.

Sizhui se encontraba en la biblioteca leyendo uno de los tantos libros que le había pedido su tío abuelo aprender, pues no se podía dar el lujo de andar por ahí de holgazán y solo estar distrayendo a las personas, como cierta persona que siempre se andaba metiendo en problemas, pero ese definitivamente no era el papá del azabache.

— ¡Rabanito!.

Sizhui rio bajito al escuchar la escandalosa voz de su padre. No lo había visto desde la tarde anterior, y ahora su tono de voz se escuchaba mucho más alegre que antes.

— Aquí estás -dijo asomándose detrás de un librero- Te estaba buscando, Lan Zhan dijo que estabas aquí perdiendo el tiempo con estos libros tontos -hizo una mueca de disgusto al ver el libro que tenía su hijo entre manos- Esto ni siquiera tiene dibujos, en fin.

Cuando Wei Ying se iba a sentar hizo una mueca de dolor, pero la ignoro de inmediato, sentándose en el suelo.

— ¿Estás bien padre? -pregunto con evidente preocupación-.

— Por supuesto que sí. A-Yuan, he hablado con tu padre, y si quieres aceptar este matrimonio está bien, pero en dado caso de que no lo quieras lo anularemos de inmediato.

— Padre...

— Lo sé, soy el mejor padre del mundo, pero llegué a este acuerdo con tu padre anoche, y dijo que primero debes conocer al miembro de la familia Jin.

— Está bien -lo regalo una sonrisa a su padre-.

— Oww, mi rabanito deja de crecer -dijo mientras estrujaba las mejillas del chico- Me matarás de ternura.

— Ya estoy grande -dijo algo tímido-.

— Ese es el problema A-Yuan, que sigues creciendo mucho.

— Debiste crear un talismán para que no siguiera creciendo -bromeo-.

El rostro de Wei Ying se iluminó por completo, miro a su hijo con un brillo inigualable, y sintió una punzada de alegría y esperanza.

— A-Yuan eres un genio. Si eres un bebé de nuevo nadie se podrá casar contigo -sonrió ampliamente- Tengo que irme.

— Oh, oh...

Sizhui miro como su padre salía corriendo de la biblioteca. Alguien lo iba a reprender en el camino, pero eso ya ni siquiera importaba. Se había dado cuenta de que le había dado una idea muy estúpida a su padre, pero que estaba seguro de que si su padre se lo proponía podría llegar a hacer eso. Después hablaría con Hanguan-jun y debía de advertirle sobre su pequeño desliz.

Un discípulo entró a la biblioteca e interrumpió al azabache, mientras hacía una reverencia y daba su informe.

— Sizhui, Zewu-jun te busca. Dice que te espera en el salón principal junto con los adultos.

— Gracias, ahora mismo iré con él.

Con su habitual elegancia se puso de pie y camino hasta el estante dónde había obtenido aquel libro. Lo estudiaría más tarde, después de su entrenamiento con espada.

Salió de la biblioteca y se dirigió hasta el salón, dónde suponía sus padres también estarían allí. Una vez ingreso saludo a todos con su hermosa sonrisa e hizo una profunda y elegante reverencia.

— Sizhui que bueno que llegas -lo saludo su tío con una gran sonrisa en el rostro- Toma asiento por favor.

El azabache se dirigió hasta el asiento que estaba a un lado de su padre. Allí, Lan WangYi le dio una mirada significa, que solo el joven la entendió. Escucharía y aceptaría todo lo que dijeran los adultos.