𝑨𝒍𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒄𝒕𝒂𝒔. •𝒁𝒉𝒖𝒊𝒍𝒊𝒏𝒈•

Capítulo 18

18. Dolor de corazón.

Dos horas antes...

— Por favor dile a tu padre que traiga a los bebés -la joven mujer habló con dulzura-.

— Voy enseguida.

— A-Ling -lo detuvo-.

— Dime.

— Te amo hijo.

— Yo te amo más -ambos se regalaron una sonrisa-.

Cuando el castaño salió de la habitación se encontró a cuatro hombres en una situación ¿extraña? Lan Wangji estaba al lado de Jiang Cheng viendo a uno de los bebés, mientras que en la otra parte estaba Wei Ying sosteniendo al otro bebé y Jin Zixuan manteniendo vigilado al hombre que sonreía como tonto.

— Mamá quiere que lleves a los bebés con ella.

— De acuerdo -respondió con rapidez-.

— Shijie debe estar muy cansada.

— Lo está.

Todos entraron uno por uno a la habitación. La mujer sonrió feliz de ver a todos esos hombres.

Fue un momento agradable compartir tiempo con todas esas personas mayores. Sin embargo, el castaño seguía esperando la llegada de cierta persona.

— Por favor madame Jin descanse un poco para que pueda recuperarse pronto –dijo aquella mujer vestida de blanco-.

— Se lo agradezco doctora Wen.

— Con su permiso.

La mujer se retiró del lugar.

— Bueno haré que cuiden a los bebés mientras duermes A-Li.

— Sí.

— Ahora todos fuera.

Después de que cada uno salió de aquella habitación, se alejaron a sus respectivas habitaciones o cualquier sitio donde pasar el rato.

— A-Ling, deberías de ir con tu tío A-Cheng para que te cuente sobre su boda.

— Creo que se va a molestar.

— Si logras hacerlo te recompensaré muy bien -dijo Zixuan-. 

Las palabras de su padre la mayoría de las veces eran ciertas, por lo tanto, el castaño decidió creerle.

— Hecho.

Se alejó de su progenitor y fue lo más rápido que pudo en busca de su tío. Mientras tanto, el líder Jin se despidió de su esposa para poder reunirse con cierto jade para hablar de algunos asuntos pendientes.

— Hanguan-jun...

— Mn. 

— Tal parece que todo ha salido como lo acordamos. Agradezco su ayuda. 

— No hay nada que agradecer. Lo hicimos por un motivo en común. 

...

Jin Ling había escuchado de cierta persona que otra cierta persona había llegado a la Torre Koi. No pudo evitar mostrar su emoción dejando a su tío en medio del camino con la palabra en los labios.

— Ja' un Lan te ha vuelto así A-Ling -dijo en enfadado-.

— Te puedo conseguir uno A-Cheng.

— Cállate.

— Vamos A-Cheng, el hermano mayor está dispuesto a sacrificarse para casarse contigo.

— Sí es un sacrificio entonces no lo quiero.