Capítulo 22

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22. Primera noche.

Dentro de aquella habitación adornada con listones, telas y sabanas rojas. Era un tormento para los jóvenes. Ninguno de los dos sabían que, hacer cuando ingresaron al lugar.

— De acuerdo, entonces... te quitare el velo. Debe ser molesto para ti.

Después de decir aquellas palabras. Sizhui se acercó hasta su esposo y retiro cuidadosamente la tela que cubria su hermoso rostro. El azabache quedó impactado al ver el rostro descubierto del castaño. Le habían aplicado un poco de maquillaje, casi nada.

— A-Ling te ves, hermoso.

Jin Ling al escuchar aquellas palabras sintió su rostro arder demasiado.

— Supongo que...gracias.

El pánico se apodero del joven Jin y camino de prisa a la cama que se encontraba en medio de aquella habitación.

— ¿Quieres acostarte? –preguntó con amabilidad el azabache-.

— ¿¡Qué!?

— Lo digo en el sentido de si quieres dormir porque... si estás cansado es mejor dormir.

— Pero no quiero dormir aún.

— Entonces... -la voz del azabache tembló un poco-.

— Es que... tengo hambre.

Sizhui dejó salir el aire que había contenido hace algunos segundos. Le dio un vistazo a la mesa que se encontraba en el centro y divisó un par de bocadillos.

— Bueno, allí hay un par de pasteles. Puedes comer mientras arreglo la cama y dormir.

— De acuerdo.

El castaño se acercó hasta aquella pequeña mesa y de inmediato comenzó a comer los pastelillos que estaban dentro de aquel tazón de jade. Jin Ling sabía que seguía después de quitarse aquel velo, pero él y Sizhui no se habían besado desde aquella vez. Se sentí algo frustrado por no hacerlo, realmente añoraba la acción, sin embargo, ¿cómo lo iba a explicar?

— A-Ling, no comas demasiado. Te puede dar indigestión.

— Sí.

— Mm, ¿qué lado de la cama prefieres? –preguntó con temor-.

— El izquierdo.

— Está bien, entonces...

Antes de que el azabache pudiera decir algo más, su esposo lo interrumpió.

— Aún no puedes irte a la cama.

— ¿Por qué?

— Debes desvestirme.

Las palabras fuertes y claras de su esposo hicieron que Sizhui se sintiera en otro mundo. A pesar del calor que comenzó a sentir, dentro de su corazón un sentimiento surgió. Era excitación o terror, no lo sabía, pero le gustaba un poco aquel sentimiento.

— Pero-.

— Eso hacen los esposos.

— Lo sé, A-Ling, sólo que... olvidalo, ven aquí para que te quite la ropa.

La copa de vino que estaba servida sobre la mesa, le sirvió un poco para darle valor, ponerse de pie y avanzar hasta donde se encontraba su esposo.

El aura que irradiaba Lan Sizhui era similar a la de su padre. Frialdad en sus ojos pero calidez al estar cerca de él, algo casi inexplicable.

Sentando en aquella gran cama miraba fijamente cada paso que daba el castaño. Era como una presa la cual estaba expectante ante el acercamiento de su presa. Sí, era una presa difícil de cazar, pero verle acercándose de aquella manera, le causaba la impresión de que no sería tan difícil.

𝑨𝒍𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒄𝒕𝒂𝒔. •𝒁𝒉𝒖𝒊𝒍𝒊𝒏𝒈•Where stories live. Discover now