Cómoda Oscuridad

2.6K 366 98
                                    


Los últimos días habían sido una montaña rusa de emociones, luego de la pelea con mi madre, en dónde me dejó claro que no me quería cerca y que estaba avergonzada de mi actuar, había tenido que presenciar como se rompía el corazón de Pietro, sin lugar a dudas, eso había sido lo más doloroso de todo, ver como sus ojos siempre brillantes se apagaban y como derramaba un sin número de lágrimas, había sido un duro golpe a mi corazón.

-No te dejaré ir, había dicho mientras se aferraba a mis brazos y mordía su labio -No cuando vas camino a la destrucción.

Me disculpé en todos los tonos que podía, sin embargo, había dañado profundamente a una hermosa persona, una que no se lo merecía.

- ¿Por qué no fui suficiente?, dijo acariciando mis mejillas y rozando mis labios con sus pulgares -Sabía que tu corazón no estaba conmigo, pero pensé que algo había logrado meterme ahí, ¿es que fui nada?

Le susurré que lo adoraba, que era maravilloso y que probablemente si mi corazón no hubiese conocido a Mew antes, estaría enamorado de él, pero que no podía controlar lo que sentía, sin embargo, nada de eso lo consoló, sólo puso mas lágrimas en sus doloridos ojos.

- ¿Puedo intentar retenerte?, dijo juntando su frente con la mía - ¿Tengo alguna posibilidad de mostrarte que yo soy la mejor opción?

Llorando con él, negué con la cabeza, diciéndole que probablemente lo fuera, pero que no había forma de sacar a Mew de dentro de mí, no cuando mi alma y corazón se empeñaban en mantenerlo ahí, apenas terminé de hablar, vi exactamente el momento en que Pietro se quebraba, sus manos soltaron mi cuerpo y cerró los ojos como si mis palabras lo hubieran abofeteado, probablemente si lo hubiese golpeado, le hubiera dolido menos.

Luego de ese día, no me había cruzado con él, ni me había llamado y probablemente era lo mejor, el necesitaba sanar y verme no lo ayudaría en nada, así que acepté su espacio y que no deseaba mi presencia cerca, pese a que moría por disculparme de nuevo, entendí que no podía ser egoísta, no esta vez.

- ¿En qué piensas amor?, dijo Mew besando mis labios y haciéndome sonreír, era tan injusto que pese a lo pésima persona que era, tuviera al castaño a mi lado haciéndome tan feliz, sin embargo, decidí disfrutar de lo que estaba viviendo.

-En lo hermosa que es esta ciudad, dije viendo por mi ventana hacía el enorme parque que estaba enfrente -Y que los cachorros pronto despertarán de su siesta, para que vayamos a pasear.

-Este viaje ha sido un bálsamo para nuestros corazones heridos y para nuestras ajetreadas vidas, dijo colocándose a mi lado y abrazándome por la cintura -Me encantaría vivir este estilo de vida por siempre.

-Este país es maravilloso ¿verdad?, dije coincidiendo con su postura de querer alargar su estancia aquí, cuando había salido de Tailandia con el corazón roto, este país me había ayudado a reconstruirlo de a poco.

-Si lo es, pero no me refiero al lugar, si no a las personas que forman este momento, dijo entrelazando nuestros dedos y besando mi frente -Quiero esta vida que hemos vivido aquí, alejado de las miradas reprobatorias y de los prejuicios.

-Sabes que no será fácil verdad, dije recordando la discusión con mi madre, en dónde me había dejado claro que no permitiría que Mew estuviera cerca de mí -Los niños no merecen pasar por mas problemas y momentos complejos.

-Lo solucionaremos, pero no dejaré que salgas de mi vida, dijo metiendo sus dedos en mis cabellos y haciéndome un masaje -Lucharemos juntos, es decir si quieres estar con nosotros, si decides no hacerlo lo entenderé.

Detrás del dolorOù les histoires vivent. Découvrez maintenant