Epílogo

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-Mami Gulf, gritó Thanya desde su cuarto haciendo que soltará la cuchara con la que revolvía la olla, preocupado apagué la cocina y fui a ver que pasaba con mi cachorra, un poco asustado la vi sentada dentro de su baño con cara de susto y su ropa de pijama manchada de sangre, en ese momento entendí que pasaba.

-Tranquila princesa, dije acercándome a ella y dándole un abrazo, no sabía que decir exactamente, pero intentaría hacer lo mejor posible -No te asustes mi amor, esto que te pasó es normal, tu cuerpo está sufriendo cambios, porque estás creciendo.

-Me duele mi pancita, dijo soltando unas pequeñas lágrimas y apretándome fuerte contra ella -Manché la cama.

-No te preocupes mi amor, lavaremos y todo quedará como nuevo, toma un baño con agua tibia y eso ayudará a sentirte mejor, mientras lo haces iré a limpiar y a comprarte unas compresas sanitarias, dije llenando la tina con agua tibia, tomando la ropa sucia y echándola al canasto, con cuidado la ayudé a meterse dentro y apliqué gel de baño con aroma a lavanda -Cuando salgas del baño, te haré un té que ayude con tu dolor y buscaremos información de la menstruación para que entiendas lo que está pasando con tu cuerpo.

-Me da vergüenza esto, dijo bajando su mirada y soltando algunas lágrimas, con cuidado tomé su rostro e hice que me mirara.

-No princesa, no tienes que avergonzarte por los cambios normales que sufre tu cuerpo, dije acariciando sus largos y sedosos cabellos -Las mujeres son maravillosas porque pueden dar vida, dentro de sus pancitas pueden proteger y cuidar de los bebés, por esa razón sus cuerpos sufren cambios y uno de esos es la menstruación, verás que después investigaremos mas y te quedará todo claro, ahora relájate y ya hablaremos.

Cuando asintió salí del baño y quité las sabanas manchadas, limpié el colchón y llevé todo a la lavadora, cuando llegué al living Alexander jugaba con Hazard, mientras que Natasha veía sus caricaturas -Alexander debo ir a la farmacia, me llevaré a Natasha conmigo, ¿quieres venir con nosotros?, dije sabiendo que pese a tener casi 7 años seguía siendo mi niño mimado, cuando asintió tomé a mi pequeña de tres años y los subí al auto.

Con mis dos niños entré a la farmacia y compré diversas compresas sanitarias, unos medicamentos para el dolor menstrual, unos parches que me dijeron que aliviaban el malestar y otras cosas que podrían ayudar a que mi princesa se sintiera mejor, cargado con mis compras volvimos a casa y justo cuando estaba entrando a dejarle las cosas a Thanya, ella estaba saliendo del baño, con una sonrisa le enseñé a usar las compresas y la dejé vestirse mientras dejaba el resto de mis compras en su cama, cuando salió ya no se veía tan asustada ni avergonzada como antes.

-Vamos a la cocina, te daré un té de hiervas y unos medicamentos para el malestar, dije caminando a la cocina y volviendo a prender las ollas, mientras terminaba de cocinar seguimos conversando del tema, mientras veíamos vídeos en youtube y leíamos información en la red, para cuando llegó Mew mi niña ya estaba mas tranquila y con menos incomodidad, los medicamentos habían hecho lo suyo.

- ¿Cómo están mis cachorros?, dijo mi marido con una sonrisa, cargando a la pequeña Natasha que amaba estar en sus brazos, desde que había nacido la pequeña era una niña de papi, olvidándose de todos los demás, era como si Mew obnubilara su pensamiento y sólo él existiera para la pequeña, cuando se acercó a Thanya besó sus cabellos - ¿Cómo está mi princesita hermosa?

-Ahora soy una adolescente padre, ya no soy una niña pequeña, dijo abrazando a su papi y dejando que el castaño la mirará con una sonrisa, ella con timidez se acercó a su oído y le comentó las buenas nuevas del día, lo que hizo que Mew abriera sus ojos y la mirará con preocupación.

Detrás del dolorWhere stories live. Discover now