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Capítulo 5

🌑

— ¿Quieres salir a dar una vuelta? Quizás si nos apuramos, podamos ver el anocheser.

Jungkook asintió, ese día había sido tranquilo, como los pasados, en la mañana había lloviznado y la tierra seguía húmeda.

Yugyeom estaba abriendo la puerta, Jungkook yendo detrás de él pisando las escaleras de madera obscura.

Su esposo se detuvo al tocar el suelo mirando el cielo y olfateando, seguramente su lobo olía si era buen momento para correr.
Jungkook fue detrás de la pequeña cochera comenzando a desnudarse y a acomodar su ropa, escuchó las patas del lobo de Yugyeom caer en el suelo, y a ir donde él, el castaño se apresuró y dejó salir a su lobo, quien tiñó de ámbar sus ojos y cayó en cuatro patas, escuchando su espalda crujir.

Empujó con su osico la puerta y salió, caminando donde su pareja le esperaba.

Tenía tiempo que no veía a su pareja en su forma animal, y el contrario igual con la suya, Yugyeom se acercó a su omega y lamió su pelaje, pegando su cabeza contra el cuerpo de su amado para dejar su olor.

— Vamos— ladró el lobo negro.

Jungkook brincoteó emocionado yendo donde su Alfa iba, y empujándolo suavemente, regalaldole una mirada retadora su omega dijo también.

— Si te gano, haces la cena— claro que el lobo café había salido disparado a media oración, Yugyeom había movido la cabeza en un gesto humano, como si tronase su cuello de lado y había corrido detrás de su esposo, mirando a unos metros frente a él el cuerpo del lobo más hermoso del mundo.

Jungkook seguía corriendo entre los árboles, saltando alguno que otro tronco derribado o piedra grande, buscando lucirse como siempre lo hacía.

Podía escuchar a su Alfa correr tras él, pero aunque esperaba que le arrebazara parecía que la ventaja le había beneficiado, pues el lobo negro seguía detrás de él.

Jungkook giró bruscamente al ver que si seguía probablemente cayera en el río que iba cuesta abajo.

Yugyeom llegó poco tiempo después, sacando la lengua de fuera, saltando sobre su esposo.

— ¡Te tengo!

El lobo café se alejó y vió como su Alfa caía en el suelo.

Yugyeom sabía que los lobos no podían reír, pero su omega soltaba ruiditos como si se estuviera riendo de él, podía ver el movimiento en el estómago del lobo café al contraerse y algo ofendido entrecerró los ojos, buscando brincar de nuevo sobre él.

Jungkook chilló sorprendido cuando su Alfa lo derribó, dejando sus patas a su alrededor, apresándolo soltando feromonas pesadas, sabía que no estaba enojado, pero quería hacerle pensar que sí.

— Te estás haciendo viejo— se burló.

— ¿Disculpa? Solo eres menor que yo por un año, si yo envejesco, tú también lo haces.

— Lo sé, pero no estás en condiciones Alfa, antes tenías mejor rendimiento— dijo— al parecer deberías ejercitar más esos musculos debiluchos.

Señaló las patas delanteras de su amado, que estaban alrededor de su cabeza.

Yugyeom miró sus extremidades, si bien su pareja tenía razón, seguía siendo fuerte, y joven, apenas tenía 32.

El omega se acomodó debajo de él y lo empujó con su lomo, haciéndolo caer.

— La apuesta sigue en pie cariño.— anunció Jungkook saliendo disparado hacia las rocas, escalando con elegancia y habilidad la montaña, desapareciendo de su vista.

Yugyeom se dejó caer en el suelo, "creo que iré por el otro lado" pensó al ver la montaña empinada, pensando en que si le había costado trabajo seguirle el paso a Jungkook, si iba por allí llegaría sin garras a casa y con la lengua de fuera.

🌓

Jungkook miraba el cielo estrellado frente a sus ojos, moviendo la cola como un cachorro feliz.

Escuchó un ruido detrás de él, pero no se alarmó, el viento le llevó el aroma de su alfa.
Yugyeom se dejó caer a su lado, escondiendo su cabeza entre las patas de su omega.

— ¿Un Sándwitch puede ser considerado una cena?

Jungkook miró abajo, notando el gesto desanimado de su lobo.
Yugyeom tenía los ojos brillantes y podía notar un poco de culpabilidad en ellos, asintió entonces, tocando el suelo como su esposo, lamiendo con cariño su mejilla.

— Tardaste dos horas cielo— el lobo negro cerró los ojos.

— No pude subir por donde tú lo hiciste, dí la vuelta a la montaña y perdí tu rastro, no te podía encontrar— confesó triste en un gimoteo.

Jungkook se sintió culpable entonces.

— Lo siento Alfa, creo que me emocioné.

— No te disculpes por eso Kookie, solo que tiene tiempo que no salimos a pasera así, en un lugar tan grande y no ubicaba como moverme. No te preocupes, ya estoy aquí.

El lobo negro se pegó al cuerpo de su amado y dejó besitos por toda su carita.

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Two MoonsWhere stories live. Discover now