¿Así se siente amar? (Billdip)

Capítulo 7.- ACLARACIONES

Tiró las mochilas en el piso, estaba cansado pero sabía que no se salvaría de lo que venia.

- ¿Adónde fuiste y por qué?- empezó el de seis dedos aún sabiendo su respuesta.

- Fui al pueblo por provisiones- contestó.

- ¿Por qué tardaste tanto y por qué saliste sabiendo que era peligroso?

- Necesitabamos comer, yo soy el único que puede salir sin correr tanto riesgo, tardé más de lo esperado porque me encontré con Candy, cuando venía de regreso unos mounstros me atacaron, tuve que alejarlos de aquí.

- ¡Y trajiste al mismisimo Bill Cipher!- reclamó.

- Yo no le dije nada, él ya sabía nuestra ubicación.

- ¿Qué relación tienes con él?

- Somos enemigos ¿no es obvio?

- ¿¡Entonces que estaban haciendo frente a la cabaña!?- el castaño se sonrojó al recordar y pensar que lo vieron todos.

- ... Y-yo... Hice un trato- admitió.

- ¿En qué consistía?- se sentía más tranquilo al saber que estaba siendo honesto.

- Él me salvó de los mounstros, a cambio me pido un... Em... preferiría no decirlo.

- ¿Lo disfrutaste?- le asustaba la idea de que los podría llegar a traicionar

- ... No lo sé, pero jamás llegariamos a nada, es un demonio y un tirano, no quiero a alguien así.

- Si algún día cambias de opinión quiero que me lo digas, no voy a juzgarte, es solo que en una relación con él saldrás lastinado tú.

- Lo sé, estoy consciente de lo incorrecto que sería, no voy a traicionarlos.

- Enamorarse no es un error, solo me preocupo por ti, eres muy pequeño para entenderlo.

- Solo soy un niño, el amor no es para mí.

Miré de reojo a Wendy, ya no sabía qué sentia por ella, era diferente, quizás era porque estaba creciendo.

- Vaya, trajiste muchas cosas - comentó McGucket revisando las mochilas para cambiar el tema.

- ¿Eh? Oh, claro, no sabía que traer, asi que eché todo lo que cabía- respondio apenado.

- Pues hiciste bien, está casi todo- ese comentario. lo preocupó más que alegrarlo.

- ¿Qué faltó?- preguntó angustiado.

- Es mejor que no sepas, no es tan importante.

El resto de ese día transcurrió normal, les contaba a detalle sus experiencias omitiendo o modificando las partes en las que aparecía el demonio.

En otra parte el triángulo de un ojo llegaba muy contento a su pirámide, nuevamente era de color rosa, pues no dejaba de pensar en el humano, debía admitir que tenía su encanto, aún así no aceptaba la idea de amarlo, seguía teniendo su orgullo.

- ¡He vuelto!- anunció entrando en su castillo, de tener rostro se vería una radiante sonrisa en este.

Un grupo de criaturas en particular se tensó al verlo, el más grande de ellos les había contado lo sucedido con el humano y ahora temían que los castigara por estar involucrados.

El ser triangular pasó entre todos para recostarse en su trono y pensar en ese día haciendo gestos o lanzando suspiros al pensar en el chico, demasiado bueno para ser real, era perfecto en más de un sentido.

- Mi señor- lo sacó de sus pensamientos la mujer de un ojo.

- Casi me olvido de ustedes- se enderezó viendo a los cuatro- ¿Cómo debería castigarlos?

Bola 8 pasó saliva angustiado comenzaba a despedirse mentalmente de su existencia, pero antes quería saber por qué ese humano era tan importante.

- Tienes razón- habló Bill al oír sus pensamientos, ellis no fueron advertidos- ustedes no sabían nada al respecto, por lo que los perdonaré esta vez, lo único que les pedire es que difundan la noticia ¡Aquel que toque a Dipper Pines enfrentará mi ira!

Se volvió rojo al decir lo último, debía aclarar sus sentimientos, sin embargo, nadie tendría derecho a siquiera verlo hasta tener una respuesta, ese niño despertaba en él algo que nunca creyó sentir y comenzaba a gustarle, era una sensación única.

Ahora que lo había encontrado no lo dejaría ir tan fácil, pensó un rato, si lo conservaba podría satisfacerse física y sentimentalmente, despues de todo no le veía el problema, él era el demonio más fuerte del mutiverso; lo convencería y desecharia cuando le pareciera aburrido.