Capítulo 10.- GATO Y RATÓN

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- No es necesario rompió el silencio Dipper- no quiero sus disculpas- continuó con frialdad.

- Tienes razón, no eres digno ni de humillarte frente a él, lárgate, si vuelvo a verte te mataré- no lo pensó dos veces y corrió.

- Esto es incómodo- volvió a hablar.

- ¿Qué cosa?- chasqueó los dedos curándolo.

- Estar contigo- caminó hacia el grupo de personas asustándolas- te agradezco por curarme, pero no quiero nada que tenga que ver contigo - sus palabras calmaron a los demás.

- Yo sí, ten una cita conmigo- soltó de repente.

- Ni en tus sueños, Cipher.

- Entonces supongo que no te importa ver morir a tus "amigos".

- Agh, deja de amenazar a los demás.

- Es la única manera de convencerte- dijo con burla.

- No me dejarían ir después de todo y tengo muchas cosas que hacer.

- Si te unieras a mí tu vida sería más fácil, cómoda y divertida.

- No, los humanos no pensamos solo en nosotros ¿sabes? no abandonaré a mi familia solo por un capricho.

- Eres único, Pino, estas personas no dudarían en traicionarte por su egoísmo.

- Mientes, hay confianza entre nosotros y nos apoyamos mutuamente.

- Me impresiona como tu cariño por tu especie te impide ver la verdad.

- No me harás cambiar de opinión, confío en mis amigos- se mantuvo en silencio un rato- si los dejas ir consideraré lo de la cita.

- ¿¡En serio!?- la felicidad se veía reflejada en todo su ser.

- Pero no es seguro, digo, eres un demonio después de todo y no sería bien visto que nosotros...

- No importa, en el amor no hay reglas.

- Entre nosotros no hay tal sentimiento, deja de ilusionarte- contestó más para él que para el demonio- dejando eso en claro- regresó su vista al grupo- nada de lo que pasó aquí debe saberse, lo único que deben tener en cuenta es que lo hice para salvarlos- les aclaró.

- Tus excusas no engañan a nadie, Pino.

- No son excuses y tú más que nadie debería saberlo, puedes leer mi mente para confirmar.

"Por favor, Bill, solo sígueme la corriente, estoy confundido y no quiero hablar del tema ahora" era lo que el demonio escuchaba, esas súplicas bastaron para persuadirlo.

- Está bien, si tú quieres ser mi enemigo no podrás rogarme que pare despues, te destruiré a ti y a tu familia, pero para que veas lo poderoso que soy les daré esta pequeña ventaja, pueden irse. Todos caminaron en fila para el bosque, su líder se quedó atrás viendo que nadie se quedara, miró de reojo a Bill dedicandole una dulce sonrisa que lo volvió rosa.

- Gracias, Bill, no sé por qué haces tanto por mí, pero te lo agradezco.

- Si vinieras conmigo sabrías la razón.

- Lo consideraré- se fue a paso tranquilo.

- Vaya- habló cerradura- ya veo porque le gusta, su corazón es puro y su voluntad fuerte, es dificil encontrar esas cualidades en un humano.

- Él es único y será mío- aseguró el demonio viendo la dirección en la que se fue el chico.

Mientras tanto el grupo de sobrevivientes pasaba por las vías de tren que unía dos montañas.

- Entonces...- habló Gideon para romper el silencio incómodo que había- ¿Bill te está cortejando?

- Creí haber dicho que olvidaran eso- contestó cortante

- Vamos, Dipper, nos dejas con la duda- insistió.

- No tengo porqué decirles.

- Por favor, solo esta vez- lo apoyó la de lentes.

El chico frenó haciendo que los demás hicieran lo mismo.

- Ese demonio no tiene sentimientos y si me trata de esa forma no es por un supuesto "amor" que no existe, solo busca divertirse y yo no pienso ser su juguete - habló seriamente haciéndolos callar.

- Él tiene razón- aceptó Robbie- sea lo que sea que trame no es nada bueno- dicho eso siguieron su camino.

Decidieron no volver a mencionar el tema, instalaron un campamento en una cueva que se hallaba cerca de las vías y lo rodearon de cabello de unicornio, debían ser precavidos.

Su misión era sencilla, debían establecer otra base de investigaciones.

- Bien, dejaré este lugar a cargo de Robbie y McGucket- les indicaba el niño de apellido Pines- partiré con una parte del grupo en unas horas.

- Dipper- le llamó el señor Corduroy seguido de su equipo- queríamos agradecerte por salvarnos la vida.

- Si por mi fuera los hubiera dejado morir- contestó fríamente- mi prioridad es mi grupo y ustedes no forman parte de él.

- Lo sé, por eso quería preguntar si era posible que nos unieramas.

- ¿Qué los hizo cambiar de opinión?

- Eres más de lo que pareces, eres un gran líder y sería un honor servirte, después de todo, tú tenias razón, solo tú puedes salvarnos.

- Me parece bien, solo quiero aclarar que no soy el líder, solo me dedico a seguir órdenes, soy solo el encargado de esta misión.

- ¿Quién es tu líder?

- Stanford Pines, el hombre que nos llevará a la victoria.

- ¿El estafador?- inmediatamente sintió como lo sujetaban de la camisa.

- Vuelves a ofender a mi familia y te arrepentirás el resto de tu existencia, pude convencer a Bill para que nos dejara, seguro logro hacer que los mate.

- E-está bien, lo la-lamento- ese lado del chico los aterraba tanto como el triángulo.

- Eso espero- lo soltó- y sobre tu pregunta, no, el hombre que conoces es Stanley, su hermano gemelo es Stanford- explicó.

- Oh, ya veo.

- Si no tienen más preguntas y están de acuerdo pueden formar parte del grupo, yo iré a inspeccionar el área y ver que sea seguro.

Fue a la salida y se sentó en las vías dejando sus pies colgando en el aire, se recostó para sentir la brisa en su rostro, cerró los ojos soltando un suspiro.

- ¿Cansado?- abrió un ojo viendo al pelinegro con sudadera de corazón.

- No, solo debo aclarar mi mente.

- Debe ser dificil lidiar con el grupo, pudiste unirte a Bill y olvidarte de los problemas, nadie te juzgaría, o al menos yo no.

- Gracias, pero no, no me sentiría bien conmigo mismo al pensar que los abandoné.

- Tienes una conexión con él, y cuando se den cuenta te usarán de rehén y se aprovecharán de tu ingenuidad.

- Lo sé, pero prefiero que lo hagan mis amigos a que lo haga Bill, me rompería el corazón.

- ¿A eso le tienes tanto miedo?

- Bill es un demonio poderoso y por el momento indestructible, el hecho de que me trate así es confuso, me hace sentir como un pequeño ratón, si me confío demasiado acabaré atrapado entre sus garras... prefiero no ser comido por la astucia de ese gato.

- Es una buena metáfora, pero si no sales de tu escondite morirás de hambre ¿Y si ese gato no come ratones?

Sonrió al pensar aquello.

- Solo hay una forma de saberlo.

¿Así se siente amar? (Billdip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora