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Nuestro querido  Inui se presentó delante del edificio de la BDPE al día siguiente, media hora antes de empezar el turno. Sin tener ni idea de a lo que tendría que atenerse los próximos meses de su vida, eso, si duraba tanto.

El puesto de bebidas acababa de abrir y ya había un par de personas pidiendo su café de la mañana.

Intentó autoconvencerse de que todo iría bien. 

Inui llegó al piso dónde había hecho la entrevista el día anterior. La chica rubia estaba de pie detrás de un mostrador moviendo papeles. Le sonrió al verle.

-¡ Inui! Que temprano llegas, es perfecto, así podré enseñarte algunas cosas básicas .

Emma le mostró dónde estaban los papeles, le dejó anotada la contraseña del ordenador, le explicó cómo utilizar los programas, y le indicó cómo estaba la agenda para esta semana y la siguiente. Había mucho de lo que acordarse, pero era cuestión de ponerse a ello. A  Inui el tema de la organización le gustaba mucho, ya estaba pensando como clasificar el papeleo por colores y fechas cuando salió su nuevo jefe por la puerta de su despacho. 

-Buenos días Koko -dijo Emma.

-Buenos días, señor Hajime- dijo Inui.

Koko se quedó mirándolo con cara de póker.  Inui le sostuvo la mirada con nerviosismo. Y así estuvieron un rato mientras Emma los ignoraba y recogía sus cosas.

-¿Y este quién es? -dijo al fin Koko

-Tu nuevo ayudante -dijo Emma resoplando y poniéndose el bolso en el hombro. -Ya está informado de todo, yo me voy ya, trátalo bien y no te pases de la raya, te lo advierto. 

Emma se marchó diciendo adiós  con la mano.

Inui se puso nervioso ya que Koko no dejaba de mirarlo.

-Ti-tiene una reunión a las...

-A las diez en punto -le interrumpió el director - ¿Con quién?

-Pues... - Inui buscó la agenda.

-No, sin mirar. ¿Con quién?

-Con el representante del grupo SEO.

-Ajá... ¿y qué más compromisos tengo hoy?

-Tiene otra reunión a las doce para revisar el presupuesto de la campaña KH.

-¿Y?

-Luego ha quedado para comer con el director de marketing.

-¿Dónde?

-En el restaurante Metropoly.

-¿Y por la tarde?

-Creo... que...

-¿Crees?

-Por la tarde tiene que visitar el departamento de... el departamento creativo.

-¿Hora?

-A las... ¿cinco?

-No. Eso es a las seis, te has saltado mi descanso de después de comer.

-Oh, perdón... Lo siento mucho, lo revisaré de nuevo y ...

-Despedido.

Inui se quedó con la palabra en la boca. El director, con las manos en los bolsillos, volvió a su despacho.

¡Qué poco había durado el pobre!

Sin saber muy bien cómo reaccionar recogió sus cosas y bajó por el ascensor.

Inui volvió a encontrarse solo ante esas escaleras. Ya eran las ocho de la mañana, todo el mundo estaba en sus puestos de trabajo, y él tirado en la calle. 

Se acercó al puesto de bebidas.

-Ayer no tuve la oportunidad de darte las gracias por defenderme. -dijo Takemichi

-No es necesario, lo hice porque ese tipo era un imbécil, alguien tenia que decirle algo.

-De todas formas déjame compensarlo. A este café invito yo, es lo mínimo que puedo hacer.

-Muchas gracias -dijo Inui con una leve sonrisa.

-¿Otro mal día?

-Pues sí...

-Bueno, los primeros días siempre son duros, pero ya verás que en una semana ya controlas todo.

-No habrá próximo día... Me han echado antes de empezar...

-Lo siento...

-Cosas que pasan. Aún no me lo creo.

-¡ Inui!

Emma iba corriendo hacia él con su bolso en el brazo y un café en la otra.

-¿Qué estas haciendo? No me digas que...

-Me despidió...

-Este hombre quiere acabar conmigo. -Un teléfono empezó a sonar, Emma le dió su café para que lo sujetara y rebuscó en su bolso- Hablando del rey de Roma. ¿Si? ya me he enterado, estoy con él en la entada... No... No... ¡Koko! eso no es excusa. ¡No pienso organizar más entrevistas! ¡Te vas a quedar con él y punto! No lo vas a despedir por nada del mundo, te lo advierto. ¡Como lo eches te quedarás tu solito organizando tu vida porque no pienso hacerlo yo!

Emma colgó, cogió su café y agarró a  Inui del brazo para llevarlo dentro. Una vez en el piso, entraron en el despacho.Emma casi tira la puerta.

- Inui va a ser tu ayudante a partir de ahora. Él y nadie más, y vais a llevaros bien, ¿esta claro?

-A ver si aguanta -dijo Koko meneando la cabeza

-Oh no, Koko ni se te ocurra hacer de las tuyas. Como le toques un solo pelo te quedas solo. ¿ME OÍSTE?

-Ya, ya.

-¿Vas a tratar bien a Inui?

-...

-Koko...¿Vas a tratar bien a Inui?

-Ah... vale.

-Bien. Pues ahí os quedáis, no me des más problemas, no soy tu niñera.

Emma salió dando un portazo. Inui se quedó recto, más tenso que un palo. Koko suspiró y se puso a mirar unos papeles.

-¿Qué haces ahí parado? ¿Quieres un caramelo o algo?

-No, no. Me voy.

-Espera - Inui obedeció - Date la vuelta -dijo haciendo giros con el dedo índice.

Inui dio una vuelta como se acabar de probar ropa nueva.

-No esta mal, supongo que me puede valer de algo. Eso, si haces bien tu trabajo.

-Si señor, lo haré lo mejor que pueda.

-No me llames señor, no estoy casado.

-Oh, disculpe...

-Solo di director o Hajime , lo que prefieras.

-Muy bien, señor director.

-¿Qué te acabo de decir?

-Oh, lo siento mucho -dijo inclinándose varias veces. -Lo siento director.

-Vete de una vez, tengo mucho trabajo. 

Inui se fue a su puesto y después, durante toda la mañana, acompañó a Koko a sus reuniones, apuntando todo lo que le parecía importante y prestando atención a todo el trabajo. Evitando todas las zancadillas que le pone su maravilloso jefe. Zancadillas literalmente, porque en una ocasión se cayó al suelo desparramando todos los papeles y otras veces más le hizo tropezar. Koko se comportaba como un niño pequeño con una rabieta, y no entendía por qué, si al final había sido él quien lo había contratado. Él lo había elegido y ahora no lo quería ahí. 

Inui no entendía.

A la hora de comer lo acompañó en el coche hasta el restaurante, revisando la agenda de la tarde, pero  Inui no se bajó, se fue a comer a otro sitio un poco menos pretencioso y uso por primera vez su tarjeta de empresa. Las comidas pagadas eran lo mejor.

Por la tarde la cosa no cambió. Koko lo ignoraba en todo lo que podía y le ponía mala cara al ver que sus zancadillas no daban resultado. Algo le decía a  Inui, que su jefe y él no iban a llevarse bien. 

Trabajo imposible {Koko e Inui}Место, где живут истории. Откройте их для себя