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Koko subió a su despacho pero  Inui aún no estaba en su puesto. No tenía que ser muy avispado para saber donde podría estar. Lo difícil era saber en el baño de que planta había decidido ir a frustrar sus emociones.

No podía llorar. Se había prohibido a sí mismo derramar lagrimas por algo tan infantil. Además, no quería que se le notaran los ojos hinchados y llorosos, sobretodo porque ya debería estar detrás del mostrador cogiendo la agenda para darle el parte del día al jefe. Pero bueno, siempre era él quien tenia que esperar. Por un día seria Koko quien le esperaría a él.

Se lavó la cara, comprobando en el espejo que sus ojos no fueran un completo desastre y subió a su puesto. Cogió la agenda y llamó a la puerta.

Nadie respondió.

La abrió despacio para descubrir que Koko no estaba en su despacho. Volvió a su silla y se desplomó en ella. No tenia fuerzas para ponerse a buscarlo.

Koko apareció pocos minutos después, mostrando su clásica postura con las manos metidas en los bolsillos y su cara burlona.

-Está aquí, te he estado buscando por todas partes.

-Ya, seguro - Inui se puso en pie - Dentro de veinte minutos empieza la reunión con el vicepresidente en la tercera planta y a las dos tiene comida con los representantes de...

-Anúlalo todo.

-No puedo anular nada.

-Si puedes. Anúlalo.

-No me voy a pasar toda la mañana cancelando tu agenda y dando falsas explicaciones.

-Pero te he dicho que lo hagas.

-¡Pues no lo pienso hacer! ¡Ya me has metido en bastante problemas, así que prepárate porque dentro de poco tienes que ir a la reunión!

-No voy a ir, y tú tampoco. Vamos a tomarnos el día libre.

-Tu quieres acabar conmigo. Esa reunión es muy importante y lo sabes. Sin tu presencia no pueden tomar ninguna decisión. 

-Muy bien , pues vamos.

-Faltan 20 minutos.

-Avísalos para que lleguen antes, eso puedes hacerlo ¿verdad? y anula la comida, di que me encuentro mal. Puedes decirle que tengo cagalera o que estoy estreñido, lo que prefieras. 

¿Qué era ese comportamiento? ¿Lo estaba incitando a que lo pusiera en ridículo? Podría ser que se sintiera culpable por lo de antes... Imposible, ese hombre era un egoísta que solo miraba por su culo. Literalmente.

Inui avisó al vicepresidente y a los demás asistentes de la reunión y mientras llegaban cancelo la comida, pero no les dijo nada de lo que le habia dicho Koko, puso una excusa normal, él no era así.

-Es una sorpresa que haya decidido adelantar la reunión Hajime-san. He tenido que saltarme un par de semáforos para llegar a tiempo. -dijo el vicepresidente sentándose en la silla de la larga mesa de la sala de reuniones.

-¿Qué hay que decidir? -se apresuró Koko.

-Bueno, hemos hecho un estudio de mercado de las diferentes marcas que operan con nosotros y tenemos que solventar la forma de actuar con cada una de ellas. -explico el vicepresidente.

-Muy bien, decídelo tú -dijo Koko poniéndose en pie.

Los asistentes se miraron los unos a los otros, desconcertados.

-Pero... es usted quien tiene que decidir el curso de la forma de actuar de la empresa.

-Confió en tu criterio. Has estado en esta empresa por muchos años y estoy seguro de que sabes lo que mejor le conviene. Sabes como funciona mejor que yo mismo y si tengo que delegar en alguien prefiero que seas tú.

Trabajo imposible {Koko e Inui}Where stories live. Discover now