Su vida no había sido fácil por los miles de insultos y palabras feas que recibía a diario. Siempre se preguntaba si actuar de la forma en la que lo hacía era correcto, pues vestirse y maquillarse como una mujer no era muy común en un hombre, sobret...
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Dios, dios, dios. ¿Esto de verdad estaba pasando o es que nada más era un sueño?
¿Cómo podía estar pasando en verdad todo esto? Parecía una fantasía bonita que había deseado tanto y ahora que por fin la estaba presenciando, no lo creía porque parecía irreal. ¿Su crush le estaba diciendo que le gustaba? ¡¿Estaba seguro de que no era un sueño?! ¡Porque si esto era un sueño juraba que cuando despertara se matara!
—Di algo, por favor. Tu silencio me inquieta...
Ella lo miraba nerviosa y directamente a los ojos, por lo que todo lo que estaba diciendo lo decía de verdad. Lisa estaba siendo sincera con sus sentimientos y quería lo que JungKook quería. ¡Lisa le estaba pidiendo ser su pareja! Pero el pelirosa aún no decía nada por estar en estado de shock al no creérselo del todo.
Lisa mordía su labio ansiosa y al no recibir respuesta por parte del pelirosa, rió nerviosamente y se levantó, diciendo que mejor olvidara lo que acababa de decir y que mejor se fueran a dormir. Cuando ella estuvo a punto de caminar hacia la otra punta de la cama, JungKook la tomó del brazo impiendo su andar, recibiendo la atención de la pelinegra.
—Y-Y-Yo, eh, y-yo...— quiso golpearse con un martillo por tartamudear tanto—. Y-Yo si... si...
Mordió su labio con fuerza al ser un inútil para las palabras. Quería decirle que él también la quería y mucho, que la amaba tan profundamente y que éste era el momento que esperó con ansias toda su vida. Pero simplemente las palabras no eran bien pronunciadas.
Aclaró la garganta y suspiró hondo.
—T-Tú también me gustas, L-Lisa— confesó—. Y-Y sí quiero ser tu nov-
Su frase había sido interrumpida por los belfos gruesos que habían aplastado los suyos con suavidad, moviéndose lento y con pasión. Haciéndole saber por medio del beso su amor.
Las mejillas de JungKook habían tomado un tono rojizo y eran tomadas por las manos de Lisa, que acariciaba su rostro y lo pegaba más al suyo lo más que podía. La pelinegra se sentía feliz porque su amor era correspondido, pues creyó que el pelirosa la rechazaría pero daba gracias a que no. Y en cuanto a JungKook, él aún seguía sorprendido por todo lo que estaba sucediendo, todavía sin poder creerlo. Pero sabía que aquello era más que real porque de otra forma no se podía sentir.
Ser besado por la que ahora era su novia estaba siendo tan surreal, pero a la vez tan increíble. No solamente había perdido la virginidad de sus labios, sino que había dado su primer beso con la chica que le gustaba, la primera que no lo juzgó por su apariencia y aceptó como tal. Porque sólo el amor podía hacer eso posible.
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