AIRON BLAZE pt.1 | 4

86 54 63
                                    

Habíamos llegado. El lugar era deslumbrante, un escenario sacado de una película. El rugido de los motores y el brillo de los faros iluminaban la noche. Ferraris y Porsches se alineaban como joyas en exhibición, y cada coche parecía más caro que el anterior. El olor a gasolina y caucho quemado llenaba el aire, mezclado con la música estruendosa que retumbaba en los altavoces.

Ahora entendía por qué teníamos que vestirnos tan elegantes; esto eran carreras de gente rica. Aún así, no entendía por qué nos habían invitado a nosotras dos. Vale, mi amiga es rica, pero yo soy más pobre que una cucaracha. Sin embargo, aunque no sabía por qué estábamos allí, estaba decidida a disfrutarlo. Porque otra cosa no, pero a mí los coches me flipan.

Estaba dispuesta a tomar cualquier coche "prestado" y correr.No me importaba nada, lo deseaba con todas mis fuerzas.

—¡Dios, tía, esto es alucinante!—exclamé, con los ojos abiertos como platos.

—Lo sé, pero ¿por qué me miras con esa cara? Qué estás tramando ahora? —respondió mi amiga, arqueando una ceja.

Me había pillado.Sonreí, un poco avergonzada.

—Bueeeno, es que...—vacilé, buscando las palabras adecuadas

—Deja de hacerte la remolona y ve al grano, chica

—Necesito coger uno de esos coches. Por favor, quiero correr. De verdad, es una necesidad, algo dentro de mí me lo dice, como una señal del destino. Sé que algo bueno va a pasar.

Ella me miró incrédula, cruzándose de brazos.

—¿Tú te oyes? ¿Cómo vas a coger uno de esos coches? Son carísimos, además no son tuyos y dudo que te los dejen.

—¿Quién ha dicho que me lo vayan a dejar? Lo pienso robar.

Su boca se abrió en una "O" perfecta de asombro.

—A veces flipo contigo. No cuentes conmigo, quiero tener la fiesta en paz—Suspiró y miró alrededor—. ¿Sabes lo que nos jugamos?

—Venga ya, ¿qué sería una fiesta sin un poco de acción y drama? Tú distrae a ese señor de ahí mientras yo hago mis cosas. —Salí corriendo antes de que pudiera detenerme.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡ESTOY EN CONTRA DE ESTO, QUE LO SEPAS! ¡Después de esto me vas a deber una muy, pero que muy gorda! ¡¿Mierda, y cómo distraigo a este señor ahora?!

Seguí corriendo, centrada en mi objetivo, mientras ella seguía gritando. La pobre se quedó pensando en cómo distraer al hombre, que parecía un gorila enorme y daba mucho miedo. Lo siento por ella, le voy a deber una gorda.

No sé cómo lo hizo, pero conseguí llegar donde estaban los coches. Después de mirar, elegí un Bugatti La Voiture Noire, un coche de ensueño que relucía bajo las luces. Pero, por desgracia, había mucha gente alrededor. Me iba a costar subir más de lo que pensaba, aunque los guardias no estaban cerca.

Vi a un chico serio con una mirada intensa, que iba a subir al coche. Supongo que sería el corredor, pero como siempre, actué sin pensar y corrí hasta plantarme delante de él para impedir que subiera.

—¡Hola! —dije, intentando parecer casual.

Él me miró de arriba abajo mordiéndose el labio y observándome atentamente. Estaba muy serio y desconcertado.

—¿Qué haces? —preguntó, frunciendo el ceño.

—Emm, a ver cómo te lo explico. ¿Tú vas a correr ahora con este coche? ¿No?

—Sí. ¿Quieres algo, guapa?

Se pensaba que quería ligar con él. Me la voy a jugar, espero que cuele. Intenté seducirlo un poco y me arriesgué.

A PRUEBA DE BALAS (en proceso)Where stories live. Discover now