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De la palabra de Dios me han llamado la atención dos cosas, una de Dios y otra de los hombres.

La de Dios es una misión, un encargo, un mensaje de esperanza y de liberación a sus discípulos.

Lo volverían a ver. Él iba delante de ellos a Galilea.

Es decir, al mundo, donde empezó todo. Donde empieza la historia de cada uno y él promete su presencia.

Las mujeres fueron las primeras en ser testigos de la resurrección del Señor.

Porque las mujeres son más amadoras, no tienen reparos miedos ni razones que les impidan demostrar el amor al Señor, y fueron las primeras en llegar al sepulcro.

Hemos visto el encuentro del Señor con María.

María no conocía al Señor, lloraba al creer que se lo habían llevado.

Lloraba al no saber donde estaba.

Pero Jesús si conocía el amor de María y por eso la llamó por su nombre, viendo con el amor y el dolor que lo buscaba al creerlo perdido.

Como lo buscaba le salió al encuentro, porque Jesús sale al encuentro de los que le aman, y él también va buscando siempre amores nuevos en los que no lo aman.

No lo aman porque no lo conocen, porque nunca han oído hablar de él, por haber sido engañados por el enemigo al hablarle mal de él.

"Fueron las mujeres al sepulcro y encontraron la losa quitada, y unos Ángeles con vestiduras muy blancas que les decían:

¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

"No esta aquí."

"Ha resucitado."

Las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro, impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciar a los discípulos.

De pronto Jesús les salió al encuentro y les dijo:

¡¡¡Alegraos!!!

Ellas se acercaron se postraron ante él y le abrazaron los pies.

Jesús les dijo:

"No tengáis miedo: Id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea, allí me verán.

Mientras las mujeres iban de camino..."

Lo que hace la fe y lo que hace la mentira.

"Algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes "todo lo ocurrido."

Ellos reunidos con los ancianos llegaron a un acuerdo, y dieron a los soldados una fuerte suma de dinero encargándoles:

Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron su cuerpo mientras vosotros dormíais.

Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros.

Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones.

Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy."

Con razón los discípulos temían a los judíos.

Sabían lo que eran capaces de hacer por no perder el poder.

No solo condenando al justo, a Dios, sino lo que puede hacer la mentira, comprar a la verdad con dinero, encerrarla de nuevo y hacer recaer sobre el pueblo de Dios el peso de la mentira.

LA LIBERTAD SALIO DE SU PRISIÓNWhere stories live. Discover now