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Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza, a gloria de la victima propicia de la pascua, cordero sin pecado que a las ovejas salva a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte en singular batalla y muerto el que es la vida triunfante se levanta.

¿Qué has visto de camino María en la mañana?

¡A mi Señor glorioso! ¡La tumba abandonada!

Los Ángeles testigos, Sudarios y mortaja.

¡Resucito de veras mi amor y mi esperanza!

¡Venid a Galilea allí el Señor aguarda!

Allí veréis los suyos la gloria de la pascua.

Primicia de los muertos, sabemos por tú gracia, que estas resucitado la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tú victoria santa.

Este es el himno del domingo de Pascua. Este es el resumen de la vida, muerte y resurrección del Señor, el envío y la nueva vida de Jesús en su reino, en el mundo, en Galilea, donde espera a los suyos, los que han creído en él y en su resurrección, los que lo han visto salir de su prisión. Los que lo han visto vencedor de la muerte.

Y comienza de nuevo la historia del pueblo de Dios como al principio. Por medio de la fe. Y comienza de nuevo mi pregunta.

¿Por qué unos se abren a la fe y otros no?

Y así me lo ha explicado el Señor. Y también me lo explica a través de mis plantas, que son parecidas a los hombres. Me gusta sembrar semillas en macetas, en todas siembro lo mismo, muchas semillas, en unas nacen todas las que he sembrado, en otras solo nacen unas cuantas de las que he sembrado, en otras solo nace una de las muchas que he sembrado, y en otras sin saber por qué no nace ninguna. Así dice el Señor.

Dios hizo al hombre a su imagen. Dios es amor. El amor es libertad. Y en esa libertad unos son dóciles y otros rebeldes, unos se adaptan a lo que tienen y otros quieren más de lo que tienen.

Un padre da a sus hijos lo mismo para que no haya diferencias entre ellos. Pero a pesar de tener los dos lo mismo, uno quiere también lo que el otro tiene, lo quiere todo, a pesar de no necesitarlo porque tiene una parte lo mismo, pero es la envidia de tener lo que tiene el otro.

¿De dónde nace la envidia?

Dios sembró en su campo buena semilla, y descansó tranquilo al ver sembrada su semilla, pero mientras dormía vino un enemigo suyo y planto en su campo la cizaña, que es la que hace que crezca la envidia y las discordias entre los hombres.

Y se, porque me lo ha dicho muchas veces el Señor, que hay secretos que no se pueden revelar porque no podríamos comprenderlos, y uno de esos secretos es el mal, y hasta ahí me dice, me puede contar, pero no mas. Porque pertenece al misterio de Dios y los hombres no pueden conocer, al no poder comprender los misterios de Dios, los pueden conocer hasta donde Dios se lo permite, y todo lo que le permite conocer es para su bien.

El misterio del mal existe.

Como también existe el misterio del bien, y el misterio de la libertad de cada uno, y el misterio de por qué, unos la emplean para bien y otros la emplean para mal. Los que la emplean para bien se dejan guiar de la Providencia de Dios que cuida a los hombres y los guías como ese buen pastor, que los conduce a corrientes de agua y a buenos pastos, y los acompaña cuando pasan por cañadas oscuras. Y no temen. Porque va con ellos. Ellos creen en él, y se dejan guiar.

 Ellos creen en él, y se dejan guiar

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LA LIBERTAD SALIO DE SU PRISIÓNTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang