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Esta noche como otras muchas noches me despertó el Señor, hablándome del libro que estaba escribiendo yo aunque era  él  quien lo hacia.

Yo pensé, porque en ese momento me estaba enterando de todo lo que me iba diciendo, pero otras veces me ha pasado lo mismo y luego por la mañana no me acordaba de nada, tal vez de alguna palabra, pero nada mas.

Y me levanté, y a oscuras y medio dormida sin saber lo que ponía iba escribiendo lo que el Señor me iba diciendo.

Y decía así.

Aunque llevaba más tiempo explicándome y contándome, como si fuera él quien escribiera, lo que tenia que decir.

El Espíritu ha sido liberado de la prisión, y va dejando la noticia en los corazones que se abren a su amor, y pone en ellos el deseo de amar, aunque todavía no puedan hacerlo. Del deseo nace la sed, y de la sed nace la pobreza. Y por eso piden, buscan, preguntan, y sienten la pobreza y la soledad de la incomprensión en su propia familia. Por eso necesitan una nueva familia que los apoye los comprenda y los ayude como la necesito yo. Por eso yo les dije a las mujeres que vivían en hermandad con mis discípulos. 

Todos eran discípulos. Pero ellas fueron y son los primeros discípulos en la nueva creación. En la nueva creación no hay distinción entre los hermanos, todos son hermanos y necesarios, todos tienen la misma condición.

Como te dije, en Galilea no hay jefes, no hay poder. No en mi pueblo, porque ya les dije a mis discípulos, que el que quisiera ser primero que fuera el ultimo y el servidor de todos. Y para poder ser servidor de todos ha de ser pobre, porque a ningún rico le gusta servir, y desde la riqueza no se puede servir. No al estilo que yo quiero, no a los pobres.

También le puse delante a un niño, lo abracé y le dije, que para entrar en el reino tenían que hacerse como niños. Y eso es obra del Espíritu que le da la libertad, porque un niño, aunque viva bajo la autoridad de los padres, es libre, porque hace lo que quiere sin darse cuenta que lo hace. No necesita mas libertad que le da el amor, el amor que le dan sus padres.

Por eso su libertad está cerca de ellos. Las mujeres son más sensibles al amor. Porque en su ser, llevan esa semilla mas desarrollada para acoger a la vida.

¿Quién es más sensible que una madre?

Y yo necesito esa nueva familia de amadores, que vayan dejando la buena noticia aunque no los crean, aunque no las quieran escuchar, aunque le digan como les decían mis discípulos a las mujeres cuando les contaron que me habían visto resucitado.

"Son delirios de mujeres." Y no creyeron lo que decían.

Pero a ellas no les importó. Porque sabían que decían la verdad, y quien dice la verdad no le importa que los demás no la crean, porque tiene la seguridad de que dice la verdad.

"Id a decir a mis hermanos que vayan a Galilea, allí me verán."

Sabes lo que es Galilea campanilla, Galilea de los gentiles, y sabes que yo necesito en la tierra una familia de madres y hermanos que vivan mi palabra, que practiquen el amor, lo que han aprendido de mí.

Al hablar de mi me hacen presente, que no se conformen con hablar, es viviendo como se aprende, es el Espíritu a través de esas madres y hermanos que saben amar, quienes van sembrando las semillas del amor en el mundo. Aunque no las crean, ellas las van sembrando, yo no miro el rendimiento, miro la debilidad y el amor, y esas personas son las que yo voy buscando.

LA LIBERTAD SALIO DE SU PRISIÓNTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon