Epílogo

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—¿Hiciste lo acordado? —preguntó, mientras miraba a través de la ventana.

—Así es. Creo que les dí un buen susto. —respondió, quitándose la máscara, para dejarla sobre el escritorio.

—Mejor así. Debemos prepararnos para que los nuevos ataques comiencen.

—Lo sé. ¿Ya está todo listo?—preguntó haciendo que su acompañante se volteara.

—Sólo encárgate de esos dos. Lo demás está bajo mi cuidado.

—Entiendo.

—Ahora, ve al aeropuerto y busca el paquete. Lo necesitamos.

Sin esperar nada más, tomó la máscara y salió de allí. Antes de seguir con su tarea, dejó el celular de Nova en un buzón, la pobre va a necesitar algo para llamar a una ambulancia.

Al Calor de la Sangre ©Where stories live. Discover now