𓏲 Capítulo 1

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Todo comenzó con dolores de cabeza.

Lo cual no es inusual, realmente — ellas están en descanso, pero siguen teniendo semanas enteras donde son transportadas de un lugar a otro con entrevistas tomando sus oídos, repitiendo las mismas malditas preguntas una y otra y otra jodida vez y es tan cansador que Mina piensa que podría explotar si una persona más le pregunta cuál es su tipo de chico ideal.

Tiernocontesta. Que sepa cocinar, incluso. Sólo que ella no quiere ningun chico. No cuando tiene a Chaeyoung.

Sin embargo, ellos no necesitan saber eso.

Y no lo necesitan, pero aun así siguen preguntando y en tres semanas de promoción Mina de verdad siente que su cabeza va a explotar, como si su cerebro latiera directamente contra su cráneo. Es horrible y no importa cuántas pastillas o cuántos vasos de agua y té tome, no se detiene; el dolor disminuye un poco pero nunca se va realmente.

Es frustrante, pero no alarmante. Aún no.

                                       •••

Hogar, piensa Mina. Hogar. No puede esperar llegar a casa, donde puede deshacerse de sus jeans, acurrucarse debajo de las sábanas, cerrar sus ojos y dormir por una hora o quizás diez hasta que su cerebro esté completamente descansado sin sentirse como si fuera a explotar a través de su cráneo. Pero por ahora está atrapada en la parte trasera de un auto con Chaeyoung y un conductor que aparentemente no entiende que el silencio es oro.

Si estuviera en mejor estado, Mina podría engancharse en la conversación, hablando emocionada y riendo ante los pobres intentos de bromas, pero ahora mismo no se siente bien, y Chaeyoung lo nota. Por supuesto que lo hace. Chaeyoung se da cuenta de todo.

— ¿Tu cabeza otra vez, hm? — Chaeyoung murmura, sus labios presionados en la sien de Mina. Ella sólo asiente débilmente, soltando un suave quejido y acurrucándose al lado de Chaeyoung. Su cabeza sigue palpitando, pero con su cara enterrada en la estúpida y costosa camiseta negra de Chaeyoung se siente un poco mejor; porque todo lo que puede oler es Chaeyoung, cálida, familiar y hogareña. Dios, no puede esperar llegar a casa.

Llegan a su departamento justo cuando Mina empieza a dormitarse. Chaeyoung agradece al conductor de forma rápida y amable — ella siempre tan profesional — antes de colocar una mano en el hombro de Mina y jalarla hacia la puerta, incitándola a apresurarse.

Nadie sabe dónde está su departamento, pero siempre está la posibilidad de que alguien las reconozca y las siga a casa. Sus conductores usualmente son buenos asegurándose de que no las sigan, dándole vueltas al vecindario hasta que los posibles seguidores se confundan irremediablemente. Pero de todas formas, a Chaeyoung le gusta asegurarse.

Mina se quita sus zapatos apenas pasa la puerta principal, haciéndose paso al sillón y enterrando su cara en una fea e incómoda almohada decorativa. Siente el sillón hundirse ligeramente bajo el peso de Chaeyoung mientras se sienta a su lado, apoyando una cálida mano en su espalda, alisando su camiseta y Mina siente toda la tensión dejar su cuerpo, levantando su cabeza para darle a Chaeyoung una sonrisa agradecida.

La rubia le devuelve la sonrisa, toda hoyuelos y dientes, dando palmaditas en su regazo y Chaeyoung la ama tanto que podría morir mientras arrastra su cuerpo y acomoda su cabeza en el cálido regazo de la coreana. Sus manos están encima de ella incluso antes de que se acomodara, dedos acariciando a través de su cabello y rascando su cuero cabelludo ligeramente. Mina tararea agradecida acariciando la mano de Chaeyoung.

— ¿Mejor, Minari? — pregunta Chaeyoung dulcemente, dedos presionando ligeramente en su sien y Mina se las arregla para murmurar un uh-huh envolviéndose en el toque de Chaeyoung y su esencia y casi le asusta pensar que nunca sería tan feliz como lo es cuando está en los brazos de la rubia.

❝ Stay by my side ❞ || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora