Capítulo 15. Final

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But the monsters turned out to be just trees
When the sun came up you were looking at me...




El tiempo no significaba nada para Alec. Habían pasado doce horas desde que le habían disparado a Magnus, pero bien podían ser 12 años. A Alec no le importaba. No había dejado su lado desde que llegaron al hospital. Si no le hubieran detenido, probablemente hasta al quirófano hubiera entrado.

No había dormido ni comido, todo lo que le importaba era el hombre al que amaba.

Las horas pasaban como un borrón. Recordaba a la policía llevarse a Raphael, quien aun se veía en shock por lo que había hecho.

Recordaba a los paramédicos llegando a ayudar a Magnus. Alec no podía dejar de llorar y gritarle que volviera, que le amaba y que no le dejara, a un blanco Magnus que ya no le escuchaba.

Recordaba suspirar un poco aliviado cuando los paramédicos le dijeron que seguía con vida, pero que había perdido demasiada sangre. Recordaba subirse a la ambulancia, sin camisa y con su brazo sangrando. Recordaba que uno de ellos le cubrió la herida.

Al llegar al hospital se llevaron a Magnus al quirófano, mientras dos policías le detenían para tomar su declaración. Alec repetía palabras sin pensar porque su mente estaba en Magnus. Recordaba que Margaret llegó en algún momento con ropa limpia y café. Ella fue la única que logró que comiera algo.

Se quedaron juntos sentados, esperando. La prensa se enteró bastante rápido de lo ocurrido y la policía tuvo que asegurar las entradas del hospital.

Aldertree también llegó, sorprendido de ver en esas condiciones a Alec. Nunca le había visto tan afectado por un cliente.

Jace también llegó. Ambos supusieron que se encontraba así porque Alec había fallado y su cliente había sido herido, pero ninguno sabía la verdad, y ninguno le presionó por detalles.

Finalmente, el doctor salió. Les dijo que la operación había salido bien, pero que había perdido demasiada sangre y habían tenido que retirar un pedazo de pulmón dañado. Pero que iba a estar bien.

– Quiero verle. Necesito estar ahí cuando despierte, – Alec le dijo, demasiado agitado por la noticia, pero aliviado.

– Aun esta en recuperación. Pronto será llevado a su habitación. Mejor ve a casa, descansa y vuelve en la mañana. Se ve que lo necesitas, – El doctor le sugirió. Alec se veía pálido, y aunque Margaret le había traído ropa limpia, aun tenía sangre en el.

– No me voy a ir. Tengo que estar aquí cuando despierte, – Alec contestó, dando por terminado la conversación con él doctor, quien le dio una palmadita en el hombro, haciendo que Alec se contrajera de dolor.

– ¿Estás herido? ¿Por qué no dijiste nada? – el doctor se acercó, levantando la manga de la playera, para ver la venda llena de sangre, que los paramédicos habían puesto.

– No es nada, Magnus era más importante, solo es un corte, – Alec dijo.

Pero no pudo evitar hacer una mueca de dolor cuando el doctor quitó las vendas para examinar la herida. – Creo que es más serio que eso. Necesitas puntos. Sígueme para poder coserte, –

– No puedo, tengo que esperar a Magnus, – Alec replicó.

– Esto no puede esperar. Esa herida se puede infectar y ponerse peor, – el doctor le miró con seriedad.

Finalmente accedió. Se sentó a lado de una mesa con el equipo de sutura. Se sentía culpable, no podía creer que no fue capaz de proteger al hombre que amaba. Había fallado y era lo único que le repetía su mente.

Entre Humo y Espejos (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora