Un Peligroso Azar (+18)

Capítulo 1

Dana ✨

Exhausta. No, no, no. Feliz. Bueno, qué narices. Feliz y exhausta. Sí, así es como estoy.

¡Acabo de realizar mi primera venta!

Ha sido una clienta dura de roer, así ha sido mi suerte. Pero, pese a todo, lo he logrado. Pati y Taylor van a flipar cuando se lo cuente.

Mi jefe, Gabriele, se acerca para felicitarme.

―Enhorabuena, Dana. Parece que este mes tendrás comisión, al fin.

Trabajar vendiendo automóviles puede parecer un trabajo temporal, pero no para mí. Mi ex siempre solía burlarse de mi afición por los vehículos de motor, pero, por suerte, eso nunca consiguió que se me quitara de la cabeza.

A los 18 estudié mecánica, pero, mientras trabajaba en un taller, me di cuenta de que, por mucho que me gustara la suciedad acumulada en mis manos y mi mono de trabajo, lo mío era tratar con la gente.

Así fue como Mattia, uno de mis compañeros de trabajo, me comentó que su tío estaba buscando personas con don de gentes para vender coches y motos. Riscaldare i motori, el lugar donde llevo trabajando los últimos 4 meses, es el concesionario de mis sueños. Grazie mille, Mattia.

―Ya era hora, jefe. A este paso ibas a reducirme el sueldo por incompetente ―bromeo mientras me dirijo al cuarto donde he dejado mis cosas. Estamos a punto de cerrar y he quedado con las chicas.

―Eso nunca ―dice a mis espaldas―. En todo caso, habría acabado despidiéndote.

Me giro hacia él medio risueña medio cagada, pero logro poner una sonrisa en mi cara.

―Bueno, por suerte para ambos parece que las cosas comienzan a ir mejor para mí como vendedora.

―¿Crees en la suerte, Dana? Porque yo creo que lo que has hecho es un gran trabajo.

Mi cuerpo se relaja ante su halago. Hasta ahora no había notado lo tensa que estaba.

―No es que crea en la suerte, es que sé que existe. Fue una suerte trabajar con tu sobrino, así como el hecho de que se encontrara cerca de mí en el momento en el que expresé en voz alta que prefería tratar más con personas que con motores y neumáticos. Y, por supuesto, también fue una suerte...

―Que yo estuviera buscando trabajadores, sí, lo he pillado ―completa por mí.

Satisfecha por lo logrado en el día, me despido y salgo a la calle. Mi coche está en el taller y la moto me da un poco de cague cuando llueve tanto como hoy, por lo que Boston está aparcado en el polígono donde se encuentra el concesionario.

―Hola, morena ―saluda en cuanto me subo al asiento del copiloto.

―Hola, castaño ―devuelvo el saludo dejando un beso en su mejilla.

―Pareces contenta, Pocahontas. ¿Has logrado por fin vender algo?

―¿Tú qué crees? ―pregunto mirándole con la que creo que es la mayor sonrisa que he mostrado en meses.

―Oh, ¡enhorabuena, Dani! Sabía que estabas a unos días de conseguirlo ―dice para luego envolverme entre sus brazos.

Boston, junto con Nona, son los únicos que estaban convencidos de que lo lograría. Pati y Taylor, las muy cerdas, apostaron cuánto tardarían en echarme.

―Gracias, chulo. Ahora arranca, que esta noche sí que tenemos algo que celebrar.

El viaje a Polo's es un poquito más largo de lo normal, ya que le pido a Boston que me acompañe a casa para poder cambiarme y coger un bolso más apropiado para la ocasión.

―Hasta que llegáis, pedazo de tardones ―saluda Pati en cuanto nos acercamos a la mesa en la que se encuentran las tres integrantes del grupo que vinieron antes que nosotros.

―La reina quería cambiarse, ya sabéis, como si el look fuera muy diferente al que llevaba en el trabajo ―comenta Boston tras sentarse.

―Eh, estos pantalones son más guapos ―me defiendo―. Y el top no tiene nada que ver con el polo que llevaba antes. Aprende de moda antes de criticar ―le reprendo antes de sacarle la lengua.

―Sorry, Dana ―se disculpa poniendo cara de inocente.

―Y qué, ¿qué tal el curro hoy? ―pregunta Nona.

―Tenéis delante a una vendedora de verdad, nenis ―canturreo cogiendo la cerveza de Taylor.

Las felicitaciones no tardan en llegar. Me siento afortunada de tener gente que de verdad me apoya y me quiere, aunque otros no lo hagan. Quienes deberían.

Pero no importa. Esta noche pienso disfrutar sin pensar en nadie que no esté conmigo en este momento.

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¡Bieeeenvenidxs a Un Peligroso Azar!

Espero que os guste este primer capítulo.

¡Espero vuestros comentarios!