Capítulo 12

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Dana

—Ahora resulta que tengo que conocer al estúpido nuevo novio de mi estúpida madre, como si tuviera poco con el estúpido de Nico rondándome y Denzel petándome a mensajes —explico.

—Me he perdido con tantos estúpidos —contesta Tay, desorientada—. Ni siquiera conoces al novio de tu madre, igual es un hombre de puta madre —razona, dando el punto de vista objetivo del cual carezco.

—Está con una mujer cuya mayor preocupación es su reputación, es evidente que tiene que ser como ella para aguantarla —justifico.

Taylor no parece muy convencida, pero el timbre de mi piso suena, dejando nuestra conversación de lado.

—Aún no estoy preparada —digo en cuanto el rostro de Zhenj se encuentra en mi campo de visión—. Y queda el tiempo suficiente como para seguir despotricando de la situación en la que me has puesto con mi amiga —añado tras echar un vistazo al reloj de mesa que tengo en la entrada.

—Te vas a duchar y vestir en mi suite, Dana. Tengo todo lo que necesitas ahí —explica guiñándome un ojo. Odio que vaya de amiguito cuando está jodiéndome.

—Yo ya me voy —interrumpe Taylor—. No seas muy cascarrabias con tu padrastro, por favor —me besa la mejilla y se va.

Mi cara de circunstancias se llevaría una regañina por su parte, pero, por suerte, ya no está para verla.

―Venga, chula, en cinco minutos te quiero abajo ―ordena.

Por mucho que me joda, que mi vestuario dependa de Zhenj es una suerte. No será estilista, pero el condenado tiene muy buen gusto.

Me pongo eyeliner para disimular el careto de no haber hecho nada en todo el día, me calzo con las primeras deportivas que encuentro y bajo a la calle.

El trayecto hacia el hotel favorito de Zhenj se hace más largo de lo habitual. Mi apartamento no está precisamente cerca, pero el mayor impedimento ha sido el tráfico neoyorquino. No todo iban a ser ventajas en esta ciudad.

Nada más entrar en su súper suite, el cocinero se marcha a hacer no se qué que le ha encargado mi madre. Agradezco que no esté aquí, no estoy de humor para aguantarla.

El vestidor de esta habitación es maravilloso. Zhenj me ha dejado diferentes modelitos para la ocasión. Él sí que sabe cambiar mi estado de ánimo.

Todos son increíbles, escoja lo que escoja va a ser un acierto para el trabajador de mi madre. Como no tengo ni idea de por cuál decantarme, voy a probármelos todos.

Los vestidos resaltan mis curvas y, siendo sincera, me hacen lucir toda una estrella de cine. Quizá me haya equivocado y la encargada de los modelitos sea mi madre. Ella está ansiosa de que tire por el mundo del cine. Según ella en su versión de cara al público, quiere tener a su hijita con ella. La realidad es que quiere manipularme para verse beneficiada.

También hay bodies combinados con faldas y pantalones de manera magistral. Incluso un par de monos. Tras probármelo todo, decido apostar por lo cómodo y selecciono un body y un pantalón que dejarían boquiabierto a cualquiera. Sencilla, pero elegante. Pienso llevarme ese body a mi casa.

Una vez decidido, cojo uno de los tangas nuevos que me ha comprado Zhenj y me meto en la ducha. Veinte minutos después, ya duchada y seca ―salvo el pelo, que secaré en un rato―, mi teléfono suena. Con las prisas, voy en ropa interior hasta la mesita donde vibra mi móvil y descuelgo sin mirar quién es.

―Por fin te localizo.

Mierda. Es Denzel.

―No tengo tiempo para una charla banal en la que finges preocuparte por mí. Dime ya el motivo de tu llamada y acabemos con esto ―digo acomodándome en el sofá.

―Dan, de verdad que me preocupo por ti. Al igual que tu padre. Ven a pasar un fin de semana a casa ―dice. Y, por su tono de voz, lo creo.


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ESTÁN. A. PUNTO. DE. ENCONTRARSE. Y. DESCUBRIR. LA. VERDAD.

¡Tengo ganas de saber vuestra opinión!

¿Fingirán que no se conocen?

¿Hablaran del tema como los adultos que son?

¿Algunx de ellxs huirá?

Lo sabremos prontooooo.

Besitos de Trix.

Un Peligroso Azar (+18)Where stories live. Discover now