Un Peligroso Azar (+18)

Capítulo 2

Lando 👤

―Recuerda que en pocas semanas anunciaremos nuestra relación. Eso solucionará muchas cosas, Lando ―me informa Helen, como si no fuera consciente ya de nuestro acuerdo.

―No lo había olvidado, no te preocupes. Lo que aún no hemos esclarecido es la duración de nuestro... noviazgo ―digo de manera estrangulada. Me asquea hacer esto, por si no se había notado.

―Un paso en falso, una mala palabra, un escándalo... Y dejaré que tú, tu familia y tu negocio caigáis tan rápido como el agua de la cisterna tan pronto aprietas el botoncito. ¿Estamos? ―amenaza sin perder su tono amable. Apuesto que está sonriendo en estos momentos.

―Deja de lado tu postura superior, Helen. Que tengas el dinero y la posición que necesito no deja de lado el hecho de que necesitas una pareja a tu lado para darle la vuelta a todos los rumores sobre ti y soy el único que accede a algo así. Bueno, accede por negocios, claro está. Nadie te aguanta y lo sabes.

―Suficiente. Y nada de contarle la verdad a nadie, ¿estamos?

―Lo sé. Mis amigos creen a pies puntillas que lo nuestro ha sido un flechazo. Tú serás la actriz profesional, pero a mí se me da muy bien proteger a los míos, que es por lo que estoy haciendo esto.

―Me alegro de que las cosas estén claras. Tendrás noticias cuando vaya a volver a Nueva York ―dice antes de colgar sin despedirse.

Las conversaciones con Helen por teléfono siempre son tediosas, pero no tanto como la vez que nos conocimos. Bueno, más bien la vez que vino a "salvarnos" de nuestra inminente caída.

Mis padres llevan desde antes de que yo naciera gestionando dos restaurantes en la ciudad en la que vivo y otro en San Sebastián, del cual se encarga mi hermano. Vive allí y en España tiene buen resultado abrir restaurantes, ya que la gente siempre está dispuesta a probar cosas nuevas y a apoyar la hostelería.

Hace unos meses mi padre fue estafado por unos inversores. Todo se iba al garete, no teníamos cómo sostener el negocio de la deuda que nos dejaron... Hasta que Helen apareció casi milagrosamente ofreciendo su ayuda económica y su promoción a cambio de que yo, el apuesto hijo de los Kong ―y esto son palabras de ella― accediese a mejorar su imagen fingiendo una relación estable con ella.

No parece difícil, ¿verdad?

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Lo que me faltaba: una 'celebración' de mi recién enterrada soltería. Javi y Charlie no podían dejar escapar la oportunidad de que su mejor amigo hubiera rehecho su vida.

Hace más de 8 años que lo dejé con Yen. Todo iba perfecto, como si de un cuento de hadas se tratara. Hasta que le pedí matrimonio.

Pensé que a los 28 años, tras casi 10 de relación, era el momento propicio. Ella era muy tradicional y no quería convivir hasta que estuviéramos casados. Pero, al pedirle matrimonio, no tuvo reparo en decirme que no. No sé si me duele más su negativa o la firmeza con la que respondió, sin un mísero atisbo de duda en su voz o en su rostro.

Una daga en el corazón habría dolido menos.

A pesar de no haber vuelto a tener una relación seria, no estaba negado al amor ni hundido en la miseria por aquel desengaño. Simplemente nunca había conocido a otra mujer que me interesara lo suficiente como para querer conocerla más a fondo. Sentimentalmente hablando, por supuesto.

―Este es el nuevo local de moda, hermano. Dries me ha dicho que todas sus amigas y conocidas frecuentan este lugar. Gente de todas las edades y culturas. No hay sitio más inclusivo y divertido que este ―suelta Charlie como queriendo que invirtamos en el lugar. ¿Acaso va a comisión?

―Aquí el amigo ya tiene novia, Charlie. Venimos a celebrar, no a presentarle a alguien.

―Lo sé ―dice alargando la e en una actitud bastante infantil por su parte. Tanto tiempo con sus hijos le está pasando factura.

―Bueno, venga, vamos a tomarnos una copa ―digo para cambiar de tema. Mi 'novia' no es algo de lo que quiera hablar y les estoy viendo venir.

El alcohol de este sitio es fascinante. Llevamos más de una hora en la barra disfrutando de las mejores copas que he tomado en mucho tiempo. Pero el tema que quería evitar ya estaba tardando mucho en salir, y Javi estaba deseoso de sacarlo a relucir.

―Vamos, Lando, cuéntanos todo de esa gran actriz que parece un ogro a pesar de su apariencia física ―suelta de repente.

―Tiene una voz muy dulce, la he escuchado en entrevistas ―apunta Charlie.

―Si, es un ángel ―comento muy a mi pesar.

―Para ángeles los que entran por ahí, madre mía ―dice Javi devorando con la mirada a un grupito de chicas que acaba de ocupar una mesa a solo unos metros de nuestra posición.

―Tienes novia, pedazo de asqueroso ―comenta Charlie entre risas.

―Lucía no es una mujer celosa ―se defiende.

―Si viera con qué ojos las estás mirando, tu relación sería historia ―acoto.

―Las miro con mis ojos, Lando. ¿Con qué otros ojos podría mirarlas?

―Son muy jóvenes para nosotros, Javs. Están fuera de nuestro alcance ―apunta Charlie.

―Pues la morena está mirando en nuestra dirección ―susurra.

―Todas, en realidad ―observo.

―Joder, viene hacia aquí ―se alarma Charlie.

Y, en efecto, una preciosa mujercita se aproxima con toda la seguridad del mundo mientras sus amigas la observan con atención. Sus amigas y otro chico que no había visto.

Me preparo mentalmente para disculparme, pues intuyo que viene a decirnos que dejemos de comérnosla con la mirada. No sé a quién de las cuatro mujeres miraban mis amigos, pero yo reconozco que le había echado el ojo a ella. Tan despreocupada, con esa cara de niña buena y esa actitud de resbalárselo todo... Era realmente atractiva.

Por eso, me sorprendió que no nos echara la bronca ni mucho menos.

De hecho, lo primero que hizo fue estrellar sus labios con los míos.

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Está sin corregir, por lo que pido disculpas de antemano por los posibles errores. Estoy pasando por momentos de mucha tensión familiar y me cuesta hacer cualquier cosa.

Espero que os guste