Un Peligroso Azar (+18)

Capítulo 11

Lando 👔

―¡Esta mancha de grasa no se va! ―exclama uno de los trabajadores de cocina.

Todo es un desastre. Al decirles que el chef Romero vendría hoy, casi toda la cocina ha enloquecido. No me había dado cuenta de que era tan reconocido. Supongo que tiene sentido, ya que Helen es jodidamente particular.

―Hijo, ¿quieres que me quede para cuando llegue ese hombre? ―pregunta mi madre.

―No, mamá, os prometí que yo me encargaba y eso haré. Disfruta del día con papá ―respondo.

Tras un rápido beso en la mejilla, se despide con un grito de ánimo al personal y desaparece por la puerta.

―Señor Kong ―dice Maya llamando mi atención―. Me gustaría ofrecerme como la ayudante oficial del señor Romero. Como sabe, llevo toda mi vida soñando con ser una cocinera de renombre.

―Maya ―la interrumpo―, entiendo que es la oportunidad de tu vida. Ojalá sepa valorarte y darte el reconocimiento que mereces ―me sincero.

―Gracias, señor.

El teléfono del local suena y me apresuro a cogerlo.

―Kong's Kitchen, ¿qué desea?

―Quisiera hablar con el señor Lando Kong, por favor ―suena decir una voz masculina.

―Ese soy yo.

―Oh, Lando, puedo tutearte, ¿verdad? Soy Zhenj Romero, estoy en la ciudad para supervisar esa cocina vuestra.

―Oh, sí, ¿quiere venir ahora?

Hasta ese momento no me había dado cuenta de que las cinco personas que me acompañan en el restaurante están pendientes a cada una de mis palabras. Mayoritariamente, las caras son de pánico, salvo la cara de Maya, nuestra cocinera estrella, que está ansiosa.

―Estoy de compras con la hija de tu pareja, ¿te parece si comemos los tres juntos?

Mierda, toca fingir que quiero a Helen...

―Claro, sé que a Helen le hará ilusión que ella y yo nos conozcamos ―digo con un fingido tono de idiota enamorado.

―A Helen eso se la suda tanto como a ti ―dice sorprendiéndome. ¿Tan de confianza es su cocinero para saber nuestra mentira? ―. Pero su relación con su hija es, digamos, peculiar ―titubea―. Delante de ella, estás perdidamente enamorado de Helen. Es el amor de tu vida, ¿de acuerdo?

Su tono, pese a la exigencia, es relajado. A pesar de trabajar para un ogro, no parece ser igual a ella.

―Claro, es lógico ―acepto.

―Bien, pues nos vemos en el Empire. Me hospedo ahí y la comida es maravillosa. Ya tendremos tiempo de probar la deliciosa comida de tu restaurante, ¿te parece bien?

―Sí, suena bien. ¿A las dos en punto le viene bien? ―sugiero.

―Me viene de perlas. Nos vemos luego.

Tras despedirme, un alivio se apodera de mí. Debería sentirme presionado, pero, en cambio, siento que me voy a llevar bien con este tío. Sólo espero que la hija de Helen se parezca más a este hombre que a su madre.

Quince minutos más tarde, dejo el restaurante para ir a cambiarme. ¿Debería ir elegante a la comida? No, creo que un look más informal dará una mejor impresión. Quiero parecer cercano, al menos ser fiel a mí mismo en ese sentido. Lo único que voy a fingir en la comida será que tengo una relación con Helen Napolitano y que estoy enamorado de ella.

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Parece que se viene lo bueno 🤭

¿Cuál creéis que será la reacción de Dana?

¿Y la de Lando?

¡En el siguiente capítulo lo descubrimos!