Un Peligroso Azar (+18)

Capítulo 10

Dana ✨

Despierto aturdida. Joder, siento que la cabeza me va a estallar. Abro los ojos para ver si estoy en mi casa y suspiro aliviada cuando lo compruebo. Lo último que recuerdo es que Nona y yo estábamos tomándonos unos chupitos en el Eli's, un bar cercano al apartamento de Taylor.

Desconcertada, me levanto y me dirijo a la cocina para beber un vaso de agua, pero pronto tengo que volver sobre mis pasos hacia el baño, donde dejo una de las mayores vomitonas de mi vida. ¿Tanto bebí ayer?

Lo siguiente que hago es lavarme la cara y la boca. Cuando voy a coger la toalla para secarme el rostro, lo veo. Tengo el cuello lleno de... ¿chupetones? No puede ser, no recuerdo haberme liado con nadie anoche... Pero sí recuerdo a cierto pesado manoseándome sin mi permiso. Pero no pudo ser ese tipo, recuerdo que el dueño del local lo echó cuando vio el alboroto que Nona y yo estábamos causando al llamarlo de todo menos bonito.

Mi cabeza no está para darle más dolor del que ya tiene, por lo que llamo a Nona para salir de dudas.

―¿Qué? ―responde al quinto tono. Su voz ronca denota que acabo de despertarla.

Ups.

―¿Qué narices pasó anoche? No recuerdo nada posterior a nuestro altercado con aquel tipo.

―Oye, no soy persona ahora, ¿vale? Hablamos luego, porfi.

―Sólo dime cómo llegamos a casa, por favor ―suplico.

―Nico. Estábamos muy borrachas. Me acercó a casa y luego fue a llevarte a ti. Me aseguraste que estabas de acuerdo con eso.

Mierda.

―Nona, ¿me lié con alguien anoche? ―pregunto con temor.

―Un chaval que no habíamos visto nunca te entró y te diste el gusto. Pero tranquila ―suspira―, no fue con Nico. No lo habría permitido.

―Joder, vale. No pasó nada más, ¿verdad? Tengo un montón de chupetones y...

―No, Dana ―me interrumpe―. El tipo no se aprovechó. Estaba igual de borracho que tú. Simplemente bailasteis y entre baile y baile... Pues algún morreo cayó, pero nada del otro mundo.

Suspiro, aliviada.

―Gracias, bella. ¡Vuelve a dormir! ―me despido aliviada.

―Ahora ya... ―replica enfurruñada.

Tras colgar, echo un vistazo a las redes sociales. Adoro las fotos que Nona subió anoche, lo cual es toda una suerte, pues las fotos de fiesta siempre son desastrosas.

Tras compartir un par de ellas en mi perfil, me preparo un desayuno rápido y me dirijo al punto de encuentro con Zhenj. Quiere echarle un vistazo al restaurante del novio de mamá, por lo que voy a ver cómo tortura a los pobres cocineros. Es un amor, pero trabajando es digno trabajador de mi madre.

Sólo espero que no amargue mucho a mi nuevo padrastro.

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¡Espero que os guste! Ya se viene lo bueno.

Que tengáis un feliz día :)