41. El diario de Zac

46 8 20
                                    

Los efectos de la conmoción cerebral deberían desaparecer pero yo seguía sintiéndome muy mal. Tanto que una noche casi vomito sobre Will. Por suerte corrí a tiempo al baño. Eso lo tenía muy preocupado, tanto que no parecía muy concentrado cuando estudiaba cosas de cardiólogos.
Odiaba que las cosas estuvieran así pero no podía evitarlo. Además no era el único. Neil y mamá parecían muy angustiados tambien. Debía ir al hospital para una revisión de rutina pero como no quería que ellos dejaran de lado sus labores (mamá en su cafetería y Neil con Jimi) decidí ir yo solo después de mis clases. Sin embargo frustraron mis planes. El profesor Charles fue a buscarme. Se ofreció a llevarme.

— ¿No es ningún problema?— dije mientras caminábamos hacia el auto—, porque no quiero interrumpir nada.
— No estaba en medio de nada importante— dijo—. Además así Neil y tu mamá se sentirán más tranquilos.
— No quería preocuparlos— dije.
— Sé que no pero eres su hijo, naturalmente se preocupan por ti. Así que no vuelvas a decidir cosas así de importantes tú solito.
— De acuerdo— dije apenado.

Llegamos. Esperé mi turno mientras me sentía bastante nervioso. La doctora que me atendió parecía muy amable cuando me invitó a pasar. El profesor se quedó en la sala de espera. Después de una revisión de rutina, ella dijo esto:

— A ti te conozco. Eres el prometido del doctor Harper, ¿No?
— Pensé que ya se habían olvidado de eso— dije.
— Por supuesto que no, los rumores de pasillo de este hospital son casi siempre sobre el doctor Harper... ¿De verdad vas a casarte con él?
— Eso parece— dije mientras sentía mi anillo entre mis dedos.
— Qué envidia. El doctor Harper es muy amable y talentoso. Todos aquí lo adoran.
— Qué bueno que sea tan popular— dije un poco incómodo, no quería pensar en eso porque me hacía sentir inseguro.
— ¿No te preocupa que alguien quiera quitártelo?
— No suelo pensar mucho en eso— dije—. Sobre todo porque me duele mucho la cabeza últimamente.
— Sí, eso me preocupa un poco. El dolor debería ir disminuyendo. También los mareos. Creo que necesitas otro tratamiento... ¿Has pasado por mucho estrés últimamente?
— Demasiado— dije.
— ¿Por qué? ¿Las cosas no van bien con el doctor Harper?
— No, todo va muy bien con él. Pero pasaron otras cosas... ha sido muy estresante.
— Eso no es bueno, podría estar empeorando tu condición. Espera aquí, veré que aprueben lo que te recetaré.

Salió. Me quedé ahí pensando en que podría visitar a Will ya que estaba ahí. Se suponía que mi cita sería en unos días pero cambiaron la fecha y seguramente no esperaba verme ahí. Le había avisado a mis padres antes de decidir ir (mamá debió decirle al profesor Charles y por eso se ofreció a ir conmigo) pero a Will no le dije nada.
La doctora volvió.

— Listo, intentaremos con algo nuevo— dijo ella—. Espero que funcione mejor esta vez.
— Gracias— dije—, ya puedo irme, ¿No?
— Así es. Te espero dentro de una semana para tu siguiente revisión.
— ¿De casualidad sabe dónde podría estar el doctor Harper hoy?
— En el área de cardiología, naturalmente— dijo ella—. Debe estar ocupado porque mañana llegará Jean-Pierre Noiret y quiere dar un buena impresión. Estoy segura de que el doctor Harper será elegido como su pupilo, todos dicen que es increíblemente talentoso.
— ¿Ese doctor va a volver? No lo sabía— dije.

No me sorprendía que Will no me lo contara, seguramente quería evitarme el estrés. Aún así era extraño, cuando ese doctor había visitado el hospital la vez pasada, Will no dejaba de hablar de él. Lo admiraba mucho. No me arrepentía de haber llevado a Madie a mi graduación para que Will pudiera quedarse y verlo trabajar. Había sido una decisión inteligente.

— El año pasado cuando estuvieron juntos fue increíble, eran un buen equipo— dijo ella—. El doctor Harper se acopló al doctor Noiret de inmediato... fue todo un espectáculo. Ojalá pueda quedarse por más tiempo, la vez anterior sólo fueron unos cuantos días.
— Ojalá— dije.

Encuentros de pasilloWhere stories live. Discover now