Warlock of the Magus World [ 6 Final ]

CAPÍTULO 1167:

Los Magos habían aparecido una vez más y la Guerra Final se había reanudado. No habría noticias más aterradoras para los dioses, y Mystra nunca en sus sueños habría pensado que arrinconar a Leylin haría que él abriera el Mundo de los Dioses a la amenaza del Magus, lo que la llevaría a su propia muerte.

El caos comenzó en Baator, extendiéndose rápidamente a los demás planos. La calamidad cayó sobre el plano de la materia prima, e incluso el Abismo se vio afectado...

Los pisos 45 a 47 del Abismo, también conocido como Azzagrat, estaban cubiertos en su totalidad por un solo palacio que representaba un poder de orden entre los caóticos demonios.

Las furias rodearon los cielos de este Triple Reino, con innumerables demonios haciendo guardia en el suelo. El Palacio Argenta fue construido con piedra blanca de los Planos Celestiales, y se rumoreaba que su propietario una vez engañó a una ciudad entera de celestiales para que entraran en las montañas y extrajeran minerales para él. Ni siquiera sabían que iba a ser transportado al Abismo.

El archienemigo que custodiaba estos tres niveles se llamaba Graz'zt, apodado el Demonio Diabólico. A pesar de estar alineado con el caos, poseía el ingenio para planificar a largo plazo, sus vastas tierras llenas de tantos demonios de élite que podrían asustar a múltiples mundos.

Como uno de los tres señores abisales, el nombre de Graz'zt se había extendido por todo el plano de la materia prima. Tenía muchos adoradores, gobernando desde su orgulloso trono dentro del Palacio Argenta.

Solo después de las acciones de Leylin, la paz que este archienemigo mantuvo en su reino fue desafiada. El Palacio Argenta estaba cubierto de llamas, la caótica energía verde se extendía por todo su interior.

Las furias se estrellaban contra el suelo como aviones, salpicando sangre cuando golpeaban la superficie. Innumerables demonios se descomponían hasta la muerte, gimiendo en agonía mientras se convertían en un líquido pútrido que finalmente formó un río.

Las sesenta y seis torres de marfil del Palacio Argenta se estaban derrumbando una tras otra, el atacante lo suficientemente poderoso como para sembrar el caos en las tierras de Graz'zt. Las explosiones sonaron cuando los altares cayeron, lo que eventualmente obligó a alguien a salir del núcleo del Palacio Argenta.

La persona parecía bastante humana, las únicas diferencias en apariencia eran el pequeño cuerno en su cabeza y sus manos de seis dedos. Sin embargo, el poder del mal que lo rodeaba fácilmente delató su identidad. ¡Este era Graz'zt, el Príncipe Oscuro de los tres Señores Abisales!

"El olor de un mago..." Graz'zt frunció el ceño. Incluso el Abismo sabía del anochecer de los dioses, y se sentiría nervioso al luchar contra los magos que habían causado la caída de innumerables dioses, independientemente de su fuerza personal.

"Maldita sea... ¿Por qué los Magos no están atacando los Planos Celestiales? Sería mucho mejor para ellos allí..." Graz'zt sabía que sus quejas no cambiarían la realidad. Sacó su espadón empapado en ácido del Palacio Argenta, cortando hacia los cielos.

Un inmenso poder de oscuridad barrió Azzagrat, disipando la caótica energía verde de los cielos. Las nubes verdes se abrieron, pero cuando el cielo se iluminó, revelaron un ojo verde en el aire que estaba lleno de sabiduría y codicia.

"Soy el Señor del caos del plano astral. ¡Graz'zt of the Abyss, tu poder y autoridad son míos!

La conciencia del Señor del Caos recorrió el Triple Reino, haciendo que la expresión de Graz'zt se oscureciera. Había detectado un poder equivalente a un dios mayor de este Magus.

'Los magos pueden incluso matar dioses... Definitivamente no son simples'. Graz'zt no pudo evitar agarrar la empuñadura de su espada con más fuerza.

"Ahh... Esta aura de caos, me encanta..." El Señor del Caos había elegido atacar el Abismo por dos razones. Había hecho un pacto con los otros Magos que le impedía ir a los Planos Celestiales, y el Abismo se adaptaba mejor a sus leyes y habilidades de todos modos.