CAPITULO 18: MENTIRAS Y MÁS MENTIRAS

719 51 0
                                    

Maratón (2/3)

*Ethan en multimedia*

Estaba divisando como ese extraño chico que mostraba un raro interés por mí. Veía cómo estaba desapareciendo entre la multitud que bailaba locamente.

-Hola nena, ¿te apetece bailar? – Esa era la voz con la que menos me quería encontrar ahora mismo.

Me giré repentinamente y con mucha furia. Aguantándome las lágrimas.

-¿No acordamos que cada uno iría por su lado para no dañar a NOELIA?- pregunté con sarcasmo -¿O es que tú ya la has animado mucho? – Una carcajada seca salió de mi - ¿Es que aún no has tenido bastante, que necesitas más besuqueos? Venga vamos por favor, tienes los labios súper hinchados y no nos hemos besado. Y no me digas que no te has besado con ella porque mis ojos no engañan.

Él estaba sin palabras, supongo que no se esperaba que yo lo hubiera visto. Dios necesitaba a Alex ahora. Dejé mi copa ya vacía en la barra y con un fuerte golpe me fui a buscarla, dejando a mi novio ahora intentando buscar una respuesta a todo eso. Las lágrimas empezaban a salir y a mi ya no me importaba nadie ni nada. Me infiltré en la pista buscando a mi amiga cuando logro encontrarla con la mirada la veo bailando con Hugo, comienzo a correr para encontrar consuelo. Me tropiezo con un brazo que me rodea el final de mi vientre y que me atrae hacia un cuerpo que  no logro ver, mi cabeza impacta contra un pecho ancho y trabajado. Siento cómo los brazos del chico me apretujan contra él abrazándome por el cuello y la cintura, intentando consolarme. Me siento protegida en unos brazos desconocidos que me rodean dándome calor.

-¿Bl… Blake?- pregunto cómo puedo entre lágrimas.

-Shh… tranquila, ya está… ¿Quieres hablarlo? – Me preguntó mi acosador de miradas, reí un poco al recordar ese nombre - ¿Risas? ¿Se supone que te estás riendo de mí? –Hizo una pausa suspirando – Creo que me merezco un trato mejor.

Me separé de él y lo miré a los ojos con una pequeña sonrisa.

-Yo… No me reía de ti – dije tartamudeando – Cuando me invitaste a ese San Francisco sin alcohol, cómo no me sabía tu nombre, decidí llamarte “acosador de miradas” porque cruzábamos muchas miradas – bajé la cabeza con una pequeña sonrisa escondiendo mis ojos rojos he hinchados. Pero una de su mano me cogió con suavidad de la barbilla haciendo que lalevantara – lo siento, yo no quería faltarte el…

-Shh… No te preocupes, ya me he dado cuenta de lo tímida que eres, pero aún así creo que una chica tan linda cómo tú, no debería  esconderse ni esconder esos preciosos ojos azules. Puede que ahora estén hinchados y rojos, pero siguen siendo hermosos – me sonrió mostrándome uno preciosos hoyuelos. Me concentre en sus preciosos ojos grises que ahora parecían verdosos con toques celestes, eran increíbles y mostraban millones de sentimientos:

-Paz y harmonía

-Amistad

-Cariño

-Tristeza

-Ganas de ayudarme y consolarme…

Me sentí cómoda en sus brazos, pero… Todo lo bueno se acaba, y esta vez, fui yo la que decidí salir de ese paraíso, ahora mismo estarán pensando que estoy loca, pero no piensen mal, porque este chico no me gusta, tengo novio, y probablemente pronto ya no. Pero no tengo ganas de meterme en follones de chicos. El amor es una mierda, te empiezas a enamorar y te engañan… Y, además, no creo que logre superar un engaño, no de nuevo.

Me dirigí a los brazos de Alex, la cual, cuando me vio con esos ojos me abrazó cómo nunca antes lo había hecho.

-Shh… Shh… ¿Pero que te ocurre? – dijo preocupada.

Tú y tu mundo #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora