Cuarenta.

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Habían pasado casi tres semanas desde la primera ecografía, y era hora de la siguiente, pues querían saber el sexo del bebé cuanto antes. Tanto sus amigos como los padres de Jungkook estaban emocionados por saber que sería la criatura, pero lo más importante es que ellos también estaban ansiosos, porque saliendo de la consulta le dirían a los padres de Jimin que este estaba en cinta.

Al rubio se le había echo fácil ocultarlo gracias a las grandes sudaderas que portaba, pero el calor estaba llegando, y su pancita crecía día con día.

Había comenzado a usar pantalones para maternidad, que Yugyeom le había acompañado a comprar una tarde que hicieron plan de salir juntos, y fue gracias a los pantalones que todo fue más cómodo.

Era sábado, pues el alfa trabajaba entre semana y apenas le quedaba tiempo, así que para no andar con prisas habían programado la ecografía para un fin de semana.

Jungkook se dedicaba a trabajar en unas oficinas de paquetería registrando todo lo que llegaba a ese lugar, pues uno de sus tíos era dueño de la compañía, y cuando Jungkook le pidió trabajar de repartidor este le ofreció un puesto más cómodo y con una buena paga.

Jimin había estado listo mucho antes de lo planeado, así que se aburría en su habitación mientras el alfa llegaba para llevarlo a la consulta.

De repente pasó lo que le venía sucediendo desde hace pocos días atrás, y era que comenzaba a sentir el lubricante natural salir por su entrada, así que se puso de pie, dejando la cama.

Ya le habían explicado que era la manera en que su cuerpo se iba a preparar para un parto natural, lo cual no ocurriría, pero la necesidad de querer satisfacer sus instintos era mayor, así que siempre terminaba complaciéndose a si mismo en su habitación.

La sensación era similar a la del celo, pero sin tanta complicación, pues perfectamente podía controlarlo.

Miró la hora y aún faltaban quince minutos, eso le daba tiempo.

Aseguró su puerta y retiró sus pantalones y ropa interior. Se recostó con las piernas dobladas y abiertas para después meter dos dedos para iniciar.

Incluso sentía que tres no eran suficientes, y había considerado comprar un consolador, pero la vergüenza era más grande.

Se mordió el labio para no soltar ningún sonido, pues sus padres estaban en la sala.

Jimin odiaba que sus dedos fueran tan cortos, pues apenas y podía disfrutar, pero peor era nada.

Estaba concentrado en llegar más profundo mientras tocaba su pene con la otra de sus manos, recordando la vez que el alfa le metió sus dedos por primera vez, cuando de repente la puerta de su habitación fue tocada, haciendo que parara sus movimientos rápidamente.

¿Jimin? Tus padres iban saliendo y me dijeron que estabas en tu habitación.

El rubio volteó a su celular y vio los mensajes del alfa. Maldijo por tenerlo en silencio.

Estaba demasiado caliente y estaba considerado dejar a Jungkook esperando.

Se iba a sentar correctamente, pero se olvidó retirar sus dedos, por lo que estos se hundieron, provocando que se le escapara un gemido que había sido ruidoso.

¿Todo bien?

¿Qué podría salir mal? Pensó antes de ponerse de pie, y dirigirse a abrir la puerta con solo su sudadera cubriendo su desnudez.

Reason || Kookmin OMEGAVERSEWhere stories live. Discover now