Cuarenta y cuatro.

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Una semana. Tan solo siete días más y todo se volvería aún más real para la pareja destinada. Su bebé nacería en un parpadeó y no podían estar más emocionados, y nerviosos.

Jimin había pedido permiso justificado para faltar a la escuela esa semana, y tomaría clases en línea hasta que se recuperara de la operación. Solo esperaba poder asistir a su graduación.

Su panza había crecido mucho más, y su cachorra pateaba cada día más.

Dormir era una tarea difícil, ya que a su bebé le gustaba arrinconarse justo al lado que a Jimin no le gustaba dormir, pero terminaba cediendo.

Jungkook le habían comprado una enorme almohada larga para abrazar y que sus sueños fuesen más cómodos, y vaya que había sido de demasiada utilidad.

Ahora mismo estaban en el consultorio del ginecólogo, listos para ver a su bebé por el último ultrasonido antes de conocerla en persona.

—Mide cuarenta y siete centímetros, pesa dos kilos y medio. Está lista para nacer sin complicaciones. Lo más probable es que en esta semana aumente unos doscientos gramos, pero ya está perfectamente lista. ¿Emocionados?— Preguntó.

Ambos asintieron.

—Pasemos al escritorio para terminar de aclarar unas cosas.

Repitieron el proceso de casa visita, donde Jimin se limpiaba el abdomen antes de bajar de la camilla con la ayuda del alfa.

Una vez que estuvieron sentados frente al doctor fue que este empezó a hablar.

—La cesárea está planeada para las nueve de la mañana, ¿es correcto? —Preguntó mientras anotaba en su computadora.

—Así es.— Afirmó Jimin.

—Sobre los cuidados, necesito que no hagas movimientos bruscos por lo menos durante dos semanas después, nada de agacharse, ni algo que pueda abrir la herida reciente. Puedes cargar a tu bebé pero de preferencia descansa lo más que puedas. Jungkook necesitas estar muy al pendiente esos días que Jimin va a necesitar ayuda, tu padre me dijo que trabajas y sería bueno que te hicieras un tiempo.— Sugirió.

El alfa asintió.— No ire al trabajo, de la escuela iré directo a la casa de Jimin.

—Es necesario para el bebé que sus padres estén presente en sus primeros meses, si se te hace imposible por el trabajo al menos deja algo con tu aroma, pues al ser licántropos necesitara del aroma de sus padres para crear un vínculo con ustedes.

Ambos asintieron prestando especial atención al doctor y sus consejos, sintiendo un deje de emoción por toda la situación.

Al final pudieron despedirse, no sin que antes el doctor les hiciera saber que el señor Park había pagado la suma restante de la operación, y diciéndoles un "nos vemos en el quirófano ".

—Estoy demasiado nervioso.— Admitió el omega mientras comían con sus padres.

—Te entiendo, Jiminie. Pero también es una emoción muy linda, ya quiero conocer a la bella Minji.— Dijo su madre, buscando animarlo.

—También lo estoy, y eso que no seré yo quien de a luz.— Habló el peli negro.

—Solo una semana más, que emoción.— Esta vez fue el señor Park.

—Además se cruza con el examen de admisión a la universidad...— Añadió Jimin.

—Lo bueno que encontramos una a la que iras solo los sábados.— Mencionó la omega.

—¿Tu cómo vas con eso, Jungkook?— Cuestionó el señor Park.

—Muy bien, tuve mi examen ayer y espero una buena respuesta.— Respondió. Jimin lo miró con una sonrisa de orgullo mientras masticaba su carne.

—¿Y que tal el trabajo?— Ahora fue la señora Park quien cuestionó.

—Excelente, ya pedí dos semanas para estar más al pendiente en lo que Jimin se recupera.

—Puedes quedarte acá si así lo quieres.— Ofreció el alfa mayor.—después de todo fui yo quien puso la condición de que Jimin debía quedarse en casa.

Jungkook lo miró con aquellos ojos que ponía cuando estaba ilusionado.— ¡¿De verdad?! Es justo lo que quería pero me daba vergüenza preguntar.

Los mayores rieron por su actitud.

—Tendrás que cuidar a Jimin, porque no pienso despegarme de mi nieta.— Bromeó la señora Park, ¿o no?

Todos rieron.

Los cuatro terminaron de comer amenamente en cuestión de minutos, después Jimin se puso de pie con la intención de ir a su habitación.

—Voy a ir a terminar de pasar unos apuntes que me envió Tae, ¿vienes?— Lo último se lo dijo a Jungkook.

El alfa asintió, yendo detrás de él mientras subían escaleras.

Una vez dentro de su habitación se recostó en su cama, palpando a un lado.

—¿Y tu tarea?— Cuestionó el alfa, divertido.

—La terminé ayer.— Contestó.— Quiero acurrucarme.

Jungkook no tuvo tiempo que perder, recostándose inmediatamente al lado del omega para adoptar una posición de cucharita.

Estuvieron en silencio por unos minutos, disfrutando de la cercanía del otro.

Entonces Jimin sintió como Jungkook clavaba levemente sus colmillos justo en el lugar de la marca. Su lengua húmeda se pasó por el lugar lentamente.

—Se siente muy bien. ¿Se sentirá mejor una permanente? — Divagó el omega.

—No me tienes, Jimin. Tengo los colmillos de fuera.

El rubio se echó a reír escandalosamente.— Algún día. Será especial.

Y con esa promesa fue que continuaron acurrucándose.

•      •      •

Muy corto y aburrido pero el próximo es el bueno, pues ya nacerá la criatura.

Y también quiero decirles que le queda poco a esta historia. Quiero terminarla lo antes posible porque tengo otra omegaverse en mente que me emociona escribir. ¿Quieres detalles?

Reason || Kookmin OMEGAVERSEWhere stories live. Discover now