Capítulo 8

2K 192 202
                                    

Mi debilidad

[Este capítulo se lo dedico a mi poderosísima gueezcritora_w quién está de cumpleaños hoy. Un abrazote enorme, espero que hayas tenido un súper día. ❤️❤️❤️❤️]

 ❤️❤️❤️❤️]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Theo

—No veo la necesidad de viajar a Japón tan pronto señor Satō. —Intento convencer al viejo asiático por segunda vez desde que llevamos enfrascados en la videollamada que tenemos por reunión.

Aparto la vista de la pantalla del ordenador. Al otro lado del escritorio Hawk hace una mueca de aburrimiento evitando poner los ojos en blanco. Lleva un buen rato esperando que termine.

—Sé que tiene todo bajo control señor Lombardi y confío plenamente en su capacidad para dirigir este proyecto —accede el japonés—. Pero estaría más tranquilo si le echa un vistazo en persona en esta primera fase.

El señor Satō insiste con lo mismo recordándome el porque todas sus referencias decían que es un hombre encantador y quisquilloso en la misma medida al que le gusta tener cada cosa resuelta incluso antes de que pueda existir un problema. Al principio me pareció una excelente cualidad ya que para mí también es importante tener el control y la planificación de cada pequeño paso, pero en estos momentos la insistencia del viejo está consiguiendo llevarse mi tan trabajada paciencia.

Me remuevo en mi asiento dudando de lo que debería decirle para quitármelo de encima al menos por los próximos días. Mis ojos se encuentran por unos segundos con los del italiano frente a mí quién los abre de más claramente pidiéndome que lo corte de una buena vez.

—Señor Satō no puedo prometerle nada pero haré que mi secretaria reorganice mi agenda y veré si puedo hacer un hueco para viajar a Tokio —resuelvo e inmediatamente su cara se ilumina pensando que ha ganado—. Le avisaré antes de tomar el avión.

El japonés agradece como cinco veces seguidas el que sea tan generoso con mi tiempo y sin aguantar un segundo más corto la llamada cerrando el ordenador hastiado hasta la médula.

—¿Entonces viajas a Japón? —Puedo notar el tono divertido en la voz de mi amigo pero cuando alzo mi vista afilada hacia él me muestra un rostro completamente serio.

—No —sentencio.

—Pero le dijiste que...

—Le mentí y la próxima semana cuando volvamos a hablar le mentiré otra vez. —Le ignoro reabriendo el ordenador para terminar de chequear los últimos envíos de materiales.

—Podrías simplemente rechazar el proyecto —propone.

—Dios, creo que debo tener amnesia.

—¿Por? —inquiere confundido.

JADE [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora