JADE [+18]

Capítulo 11

Ella es la razón

[Capítulo dedicado a jaquelinnflores ]

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Mía

Batallo con la cremallera de mi vestido que a última hora ha decidido no cooperar, y al estar situada en mi espalda se me hace aún más incómodo subirla. Doy un respingo cuando unos dedos fríos rozan mi piel y me aparto para comprobar de quién se trata. Mi madre me devuelve una sonrisa tranquilizadora y con gesto delicado me voltea para terminar de ayudarme.

—No te escuché entrar —comento mientras ella alisa arrugas inexistentes en la parte trasera del vuelo largo de mi vestido.

—Tu prometido ya ha llegado —anuncia demasiado centrada en comprobar que todo el vestido esté impecable. Mi corazón se acelera como de costumbre y no necesito mirarme al espejo para saber que mis ojos se han iluminado. Hago amago de ir a su encuentro cuando mi madre vuelve a hablar—. Está conversando con tu padre.

Mi cuerpo se tensa al saber lo que ello significa y ella mueve su mano para que me le acerque.

—Ven aquí —pide llevándome con ella frente al espejo. Permanece de pie detrás de mí mientras ambas analizamos mi reflejo—. ¿Qué ves?

No necesito preguntarle a qué se refiere. Conozco a mi madre lo suficiente como para saber qué le perturba y la razón del ceño fruncido en su rostro perfectamente mantenido por todas las cremas y tratamientos antiarrugas. Inconscientemente muerdo la cara interna de mi mejilla antes de recibir unos toquecitos sobre la zona por parte de su mano.

—Deja de hacer eso y respóndeme —exige.

Detallo mi piel, pálida a pesar del maquillaje. Los huesos de mi pecho comienzan a ser visibles por la pérdida de peso y el escote corazón de la prenda tampoco ayuda quedándome un poco desahogado aunque lo compré hace unas pocas semanas. Todo eso sumado a mi cabello oscuro y el color rosa niveo del vestido, me hacen lucir como si estuviese a punto de desaparecer.

—El color del vestido es demasiado claro —admito al fin en un susurro evitando mirarla directamente a los ojos de los cuales he heredado el color, mas no su fuerza ni determinación.

—Pareces un cadáver. —Aunque su voz sale suave, puedo distinguir el disgusto y la desaprobación en su tono.

—Pero mamá me gustan los colores claros —replico por lo bajo sin querer faltarle el respeto.

—Luces aburrida con ellos cariño. A nadie le gusta las personas aburridas y tú ya lo eres, así que al menos intenta disimularlo. —Agacho la cabeza arrugando la tela con dedos temblorosos sintiéndome impotente. Las manos firmes de mi madre me toman por los hombros obligándome a levantar la vista y clavar mis orbes en los de ella através del espejo—. ¿Crees que con esta actitud vas a conseguir despertar algún deseo en Theo?