❑˚ ིྀ Chapter Eleven.

2.4K 290 28
                                    

—Aww, eres tan tierno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Aww, eres tan tierno. —tomas su rostro entre tus manos y jalas suavemente de sus mejillas.

El chico ríe por tu actitud, sin importarle el como estrujas sus mejillas entre tus manos. Es más, incluso le causa ternura.

—¿Quieres otro malvavisco o prefieres un bombón? —le preguntas, dejando su rostro para sacar una bolsa de cada dulce de la pequeña mochila que cuelga de tu hombro— Tengo varios, no me molestaría darte uno.

Él estira su mano hacia los bombones de chocolate así que tú se lo extiendes por completo, viendo como a los segundos tu contrario abre la bolsa en la que van empaquetados aquellos dulces y comienza a comer. Sus mejillas se inflan un poco por los dulces en su boca y eso te provoca aún más ternura.

—¡Wah-! ¡Vas a matarme de ternura, Mikey! —llevas tus manos a tu rostro, cubriendo tus mejillas que yacen un poco sonrojadas.

Manjiro, sin pasar los dulces en su boca, extiende la bolsa de bombones hacia ti, ofreciéndote. Dejas de cubrir tus mejillas y aceptas un bombón, sacándolo de la bolsa para llevarlo a tus labios y que finalmente entre en tu cavidad bucal.

Habían pasado varios minutos en ese lugar, minutos en los que conociste a algunos integrantes principales de la pandilla; entre ellos a Mikey y a Draken, este último se mantenía alejado de su conversación junto con Emma.

—¿No podría llevarte a casa? —murmuras en cuanto pasas el bombón anteriormente en tu boca.

Manjiro sonríe más ampliamente ya que le dan gracia tus palabras y sientes la necesidad de darle más comida, es que joder, era como un niño pequeño; un adorable niño pequeño.

—No, no puedes. —sientes como Souya toma tus hombros, inclinándote un poco hacia atrás para alejarte de Mikey— No puedes secuestrar a nuestro líder.

—¡Pero es tan adorable! —haces un puchero, aún observándolo— ¡Solo míralo!

Mikey no borra su sonrisa aún con bombones en sus mejillas, ahora regordetas. Ya no sabías si lo hacía inconscientemente o lo hacía a propósito, para darte más ternura y que lo elogies aún más.

—Pff- ¿Tierno él? —se burla Draken a lo lejos, cruzando sus brazos— Ese enano es todo menos tierno o sus derivados.

Tanto tú como Mikey le lanzan una mirada asesina a Draken, miradas que le importan un huevo al más alto. Souya suspira y niega con la cabeza, aún sosteniendo tus hombros.

—Vamos a casa, _______. —insiste— Además, aún me debes una explicación del por qué estas aquí.

Le das una última mirada a Mikey antes de recargar tu cabeza sobre el pecho del peli-azul y asentir a sus palabras.

—Está bieeen —respondes, con desgana— Pero antes de irme, por favor, quiero que me pasen sus números.

|☘︎|

—Huí. —te alzas de hombros luego de decir aquella palabra. Y a Souya le impresiona la tranquilidad con la que dijiste aquello— Sólo huí de casa para ir a buscarte.

—Eso pudo ser peligroso, ¿Lo sabes? —escuchas a Souya regañarte.

—Solo fue y será esta vez. —le aseguras, llevando tus brazos a su cuello para acercar su rostro al tuyo— Quería verte, ¿Es eso tan malo?

—Si lo haces así... Sí es malo, y repito, peligroso.

—Lo siento, en serio que no volverá a ocurrir. —tu agarre en su cuello flaquea ligeramente— Yo... No quería estar sola en casa..

Souya lleva sus manos a tu rostro y lo aprieta suavemente, tu cuerpo tiene un pequeño escalofrío al sentir el frío que emanan sus manos.

—Así que eres un pandillero, ¿Mhm?

—En verdad quería decírtelo pero-...

—Shh, está bien. —le interrumpes sonriendo— No tienes la obligación de decirme sobre tu vida privada. —sueltas tu agarre en su cuello y te alejas de él, haciendo que sus manos dejen de tocar tu rostro— Discúlpame a mí por meterme, no fue algo muy prudente de mi parte. Sólo eres mi caballero de compañía después de todo...

Ambos se quedan en silencio luego de tus palabras, silencio que con el paso de los minutos se vuelve un poco incómodo. Bajas la cabeza y aprietas tus labios antes de soltar un suspiro y girar a verlo con una pequeña sonrisa en tus labios.

—Me haré cargo de las consecuencias, ¿Me acompañas a casa? —cuestionas, ya sabiendo la respuesta a esa pregunta. Y cuando Souya asiente lentamente con la cabeza, afirmando a tu petición tu sonrisa se amplía un poco más— Bien, ¡Andando!

Tomas su mano y comienzas a correr por las calles, soltando un par de carcajadas al hacerlo. Y a pesar de que tus palabras lo hicieron sentir extraño, Souya comienza a correr junto a ti para seguirte la corriente.

En ese momento solo eran él y tú, tú y él. Dos adolescentes corriendo por las silenciosas y solitarias calles de Shibuya, sin importarles nada más que la presencia del otro en ese momento.

 Dos adolescentes corriendo por las silenciosas y solitarias calles de Shibuya, sin importarles nada más que la presencia del otro en ese momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
➻ ❝ Cᴏᴍᴘᴀɴʏ Kɴɪɢʜᴛ.. ❞ | ѕσυуα кαωαтα/αηgяу χ ℓє¢тσяα.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora